El presidente estadunidense, Donald Trump, dijo este jueves no tener prisa por alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear de Corea del Norte, al iniciar la segunda y última jornada de discusiones con el líder Kim Jong-un.
Su primera cumbre en Singapur, hace 8 meses, concluyó con una vaga declaración sobre "la desnuclearización de la península norcoreana", pero sin compromisos concretos, y los analistas consideran necesario que los dos mandatarios logren avances este día.
Desde junio, la diplomacia entre los dos líderes, que no se ponen de acuerdo sobre el significado de dicha declaración, está estancada.
“La velocidad para mí no es importante”, dijo Trump este jueves al volver a sentarse cara a cara con Kim, asegurando que el resultado será visible “a largo plazo”.
Corea del Norte es objeto de numerosas sanciones debido a su programa nuclear, motivo de un pico de tensiones en 2017, antes de lograrse una distensión.
Por su parte, Kim señaló que hay “gente que mira con escepticismo” su encuentro en la capital vietnamita, pero prometió “lograr un gran resultado, bueno en última instancia.”
“Creo que vernos pasar un buen momento será como ver una escena de una película fantástica”, dijo el líder norcoreano.
Tras su primer cara a cara esta mañana en el lujoso hotel Sofitel Legend Metropole, en el centro de Hanói, las conversaciones estaban contempladas para continuar hoy junto a sus consejeros, según la Casa Blanca. Después estaba prevista una “ceremonia de firma de un acuerdo conjunto” y una rueda de prensa de Trump antes de su regreso a Washington.
Los dos dirigentes se mostraron evasivos respecto a los posibles anuncios que puedan surgir de esta cumbre, pero fueron optimistas al inicio de su reunión, la noche del miércoles con un cara a cara y una cena.
Horas antes del encuentro, Trump volvió a prometer a su “amigo Kim Jong-un” un desarrollo económico espectacular si Corea del Norte renuncia a su arsenal nuclear, poniendo como ejemplo el caso de Vietnam, un país comunista que abrazó la economía de mercado y dejó atrás la confrontación con EU.
Washington ha reclamado en numerosas ocasiones a Pionyang que se deshaga de forma completa de su arsenal nuclear.
Corea del Norte pide, por su parte, el fin de las sanciones internacionales y de la presencia militar estadunidense en Corea del Sur.