Empresario, drogadicto y fugitivo: así fue la vida de John McAfee

El creador del famoso antivirus huyó de Belice por el supuesto asesinato de su vecino, se casó con una prostituta en los Estados Unidos y tiene una fe ciega en los bitcoins.

John McAfee, mientras lo conducen a las oficinas de inmigración de Ciudad de Guatemala. (Reuters)
El Mundo
Estados Unidos /

Escribir sobre John McAfee no es sencillo. Uno siente la tentación de empezar con una anécdota que permita demostrar hasta qué punto la vida de este desarrollador de software, nacido en una base militar norteamericana en el Reino Unido en 1945, se ha vuelto una caricatura de sí misma.

Pero la lista es demasiado larga. ¿Cuál elegir?, ¿su huida de Belice por el supuesto asesinato de su vecino?, ¿su afirmación de haber sido padre más de 47 veces?, ¿su apología del consumo de drogas?, ¿la boda con la primera prostituta que contrató al ser deportado a los Estados Unidos desde Guatemala?, ¿su pasión por las armas de repetición de alto calibre?, ¿su fe ciega en las bitcoins?

Empecemos mejor por el final, con un vídeo de John McAfee, publicado el pasado mes de enero en el que se le ve sentado en la cubierta de su yate. El encuadre es pésimo, lleva una americana color crema, gafas de sol. Dos banderas americanas ondean detrás de él.

En el vídeo anuncia su intención de presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020. No es la primera vez pero en esta ocasión hay un giro de guión. Lo hará desde el exilio, perseguido por la hacienda norteamericana.

"No he pagado impuestos federales desde hace ocho años. Los impuestos son un robo, anticonstitucionales", explica en un tono relajado, como si señalara algo obvio.

Nadie, a día de hoy, sabe si es cierto. Si se trata del enésimo intento de generar publicidad y titulares o si está tan loco como para seguir adelante con este plan. Posiblemente las dos sean ciertas.

Nada que ver con el antivirus

A pesar de que su nombre se asocia aún a la compañía de seguridad que fundó en 1987, John McAfee no tiene ninguna relación con ella. Vendió su participación al poco de la salida a bolsa de la empresa en la década de los 90 por unos 100 millones de dólares.

Tampoco es que guarde hacia ella ninguna simpatía. Cuando Intel, actual dueña de la empresa, anunció en 2014 que cambiaría su nombre por el de Intel Security, John McAfee respiró aliviado.

"Estoy eternamente agradecido a Intel por liberarme de este terrible vínculo con el que es el peor software del planeta", aseguró en Twitter.

En uno de sus vídeos, McAfee explicaba que años después de haber abandonado la empresa aún recibía cientos de e-mails al año preguntándole cómo borrar la suite de seguridad, que viene instalada por defecto en muchos PC y desde hace un tiempo también algunos teléfonos móviles.

La alegría, en cualquier caso, le duró poco. En 2017 Intel anunció que Intel Security volvería a utilizar la marca McAfee.

Vida de excesos

La mala fama del nombre viaja en ambas direcciones y a Intel no le debe hacer especial ilusión que aún se asocie el producto a las estridencias de un personaje que en sus frecuentes vídeos publicados en YouTube aparece rutinariamente borracho, disparando armas de repetición o defendiendo el consumo de todo tipo de drogas.

Las raíces del McAfee actual, del personaje que conocemos, hay que buscarlas de hecho en una supuesta adicción a la metilendioxipirovalerona (MDVP, también conocida como "sales de baño") que según el documental Gringo: la peligrosa vida de John McAfee, producido por la cadena norteamericana Showtime en 2016, ha transformado su personalidad y aspecto físico.

McAfee nunca ha tratado de mantenerlo en secreto. "Soy un fan incondicional de la metilendioxipirovalerona. Creo que es una de las mejores drogas jamás creadas, no sólo por la hipersexualidad pero por la suave euforia y como te baja", comentaba en el año 2012 en un popular foro sobre el consumo de sustancias estupefacientes en el que ofrecía consejos sobre cómo administrarla de forma más eficiente por vía rectal.

McAfee, huyendo hacia delante

La última reinvención de McAfee, la de anarcocriptolibertario con ambiciones políticas, es fácil de entender desde esta perspectiva y la épica que él mismo ha construido en torno a su persona.

Hasta el año 2008 todo iba bien para el ciudadano McAfee, que aún disponía de varios millones obtenidos de la venta de su participación en la compañía de software y numerosas inversiones posteriores (aunque nadie ha podido verificar este punto) pero la crisis económica y el crash bursátil lo llevaron casi a la ruina, si entendemos por ruina pasar de tener 100 millones en el banco a tener "sólo" cuatro.

McAfee decidió ir hacia adelante. A lo grande. Se mudó a la costa de Belice, donde fundó una empresa farmacéutica supuestamente dedicada a la producción de antibióticos y un resort para la práctica del yoga.

Fue en esa época cuando comenzó a experimentar con la metilendioxipirovalerona. McAfee había confesado con anterioridad sus adicciones a varias sustancias pero aseguraba haberlas superado en la década de los 80. Su finca en el país tropical comenzó a llenarse de guardias armados y prostitutas. Fiestas y orgías que se extendían durante varios días se convirtieron en una ocurrencia habitual en su mansión.

Nadie prestó mucha atención hasta que en 2012 su vecino en Belice, Gregory Faull, apareció muerto por varios disparos. McAfee, listado como uno de los principales sospechosos por la policía local, huyó a la vecina Guatemala asegurando que él no tenía nada que ver con el incidente y que el gobierno de Belice le perseguía injustamente.

Se le acusaba también de tener un laboratorio de producción de drogas disfrazado de compañía farmacéutica en su finca. Según su versión, había conseguido despertar la ira de un cartel local de distribución de drogas, que ahora le hacia la vida imposible y que tenían controladas a las autoridades de Belice.

Tres semanas después de su huída fue detenido en la capital guatemalteca y solicitó la extradición a Estados Unidos. Al aterrizar en Florida, contrató los servicios de una prostituta 30 años más joven, Janice Dyson, durante una noche y un día. Lo hizo con el dinero que le había prestado un amigo. Acabó encontrando el amor. En 2013 se casó con ella y se mudaron a la otra punta del país, a la ciudad de Portland, en Oregón.

El "emperador" de los bitcoins

En Belice, McAfee había comenzado a operar con bitcoin y otras criptomonedas. En Oregón terminó por desarrollar una fe ciega en ellas, entusiasmado por las posibilidades que se abrían con una moneda no controlada por ningún gobierno y fácil de mover por todo el mundo.

Hoy McAfee asegura vivir de los restos del dinero que consiguió con la venta de McAfee y las inversiones realizadas en años posteriores en criptomonedas, pero reconoce que su papel de evangelista para estas monedas también le ha reportado beneficios.

Cobra más de 100 mil euros por tuitear su apoyo a una determinada moneda. Los desarrolladores de atrás de muchas de ellas pagan, conscientes de que el apoyo de McAfee puede despertar el interés de miles de potenciales usuarios.

Se ha convertido en una especie de héroe para la comunidad y aún defiende con vehemencia estas divididas a pesar de las recientes caídas. Si un Bitcoin no vale 500 mil dólares a finales de 2020 "me comeré mi propia polla en directo en una televisión nacional", llegó a tuitear en 2017. Desde entonces varias web muestran gráficas del valor supuesto que debería tener la moneda para evitar el fatal desenlace junto al valor real. Las cosas, de momento, no pintan muy bien para McAfee.


bgpa

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