La explosión del martes por la noche en el hospital de Al Ahli dejó escenas estremecedoras. Cientos de palestinos se habían refugiado en Al Ahli y otros hospitales de Ciudad de Gaza con la esperanza de que se salvaran de los bombardeos después de que Israel ordenara a todos los residentes de la ciudad y sus alrededores que evacuaran al sur del territorio.
Ghassan Abu Sitta, cirujano plástico que trabaja en Al Ahli, dijo que el hospital estaba lleno de personas desplazadas que buscaban cobijo de los ataques aéreos israelíes cuando escuchó una fuerte explosión y el techo de su quirófano se vino abajo.
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“Los heridos empezaron a cojear hacia nosotros”, escribió en Facebook. Vio cientos de muertos y heridos graves.
“Puse un torniquete en el muslo de un hombre al que le habían volado la pierna y después fui a atender a un hombre con una herida penetrante en el cuello”, dijo.
Videos que The Associated Press confirmó procedían del hospital mostraban los terrenos del centro sembrados de cadáveres, muchos de ellos de niños pequeños, mientras las llamas envolvían el edificio. El césped que los rodeaba estaba lleno de mantas, mochilas y otras pertenencias. El miércoles por la mañana, el lugar se veía salpicado de autos calcinados y los restos negros del incendio cubrían el suelo.
La directora del hospital, Suhaila Tarazi, dijo que el panorama tras la explosión era “distinto a cualquier cosa que haya visto jamás o siquiera imaginado”.
“Nuestro hospital es un lugar de amor y reconciliación”, dijo. “Todos somos perdedores en esta guerra. Y debe terminar”.
Ambulancias y vehículos privados llevaron a unas 350 víctimas al principal hospital de la ciudad, Al Shifa, que ya estaba sobrepasado por los heridos de otros ataques, indicó su director, Mohammed Abu Selmia.
Las víctimas llegaron con heridas espantosas, según el vocero del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qidra. Algunos estaban decapitados, destripados o les faltaban miembros.
Los médicos en el sobrepasado hospital recurrieron a operar en el suelo y en los pasillos, en su mayoría sin anestesia.
“Necesitamos equipos, medicinas, camas, anestesia, lo necesitamos todo”, dijo Abu Selmia. Advirtió que el combustible para los generadores del hospital se agotaría en cuestión de horas, lo que obligaría a suspender las operaciones por completo, si no llegaban suministros a la Franja de Gaza.
Intervención de Estados Unidos
Mientras tanto, Estados Unidos trataba de convencer a Israel de que permitiera la entrega de suministros para civiles desesperados, grupos humanitarios y hospitales en la diminuta Franja de Gaza, que lleva bajo un bloqueo total desde el cruento ataque de Hamas de la semana pasada. Cientos de miles de personas cada vez más desesperadas trataban de conseguir agua y pan.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a un acuerdo con Netanyahu para tratar la creación de un mecanismo para llevar ayuda al territorio de 2,3 millones de personas. Pero para el miércoles por la mañana la ayuda seguía sin pasar por el cruce de Rafah, la única conexión de Gaza con Egipto, donde camiones repletos de material llevan días esperando a cruzar.
El Ministerio de Salud de Gaza informó de al menos 3 mil 200 muertos en el territorio y 11 mil heridos. Se cree que otras mil 200 personas están sepultadas bajo los escombros, vivas o muertas, en diversas partes de Gaza, según las autoridades de salud.
En el ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, los combatientes de Hamas mataron a más de mil 400 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a unas 200 como rehenes. Los combatientes de Hamas han lanzado cohetes desde Gaza todos los días desde entonces, apuntando a ciudades de todo Israel.
Protestas por Oriente Medio
En todo Oriente Medio se produjeron protestas. En Amán, un comunicado de palacio dijo que el rey de Jordania condenaba “la masacre perpetrada por Israel contra civiles inocentes”.
El rey “advirtió que esta guerra, que ha entrado en una fase peligrosa, sumirá a la región en un desastre atroz”, afirmó el comunicado.
El ministro iraní de Exteriores, Hossein Amirabdollahian, instó a los países musulmanes a expulsar a los embajadores israelíes e imponer un embargo petrolero a Israel en protesta por la explosión.
Se espera que Israel, que ha movilizado tropas a la frontera, inicie una invasión terrestre en Gaza. Entre tanto ha mantenido los bombardeos sobre el territorio, incluso en la mitad sur del enclave, donde el ejército israelí dijo a los palestinos que fueran.
Un ataque el miércoles contra un edificio de tres plantas en Ciudad de Gaza mató a 40 personas e hirió a 25 más, según los sobrevivientes. En el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, un ataque aéreo golpeó una panadería y provocó un enorme incendio que mató a cuatro panaderos, según testigos en el lugar.
El ejército israelí dijo estar atacando escondites, infraestructura y centros de mando de Hamas, y acusa a los milicianos de esconderse entre los civiles.
Los cooperantes advirtieron que la situación se estaba volviendo peligrosa.
“No es sólo que la gente pase hambre, la gente está en riesgo de hambruna”, dijo Alia Zaki, portavoz del Programa Mundial de Alimentos. “Hay una grave escasez de productos básicos que se acabarán en cuestión de días”.
CHZ