Gobierno de Afganistán y talibanes inician negociaciones de paz bajo tutela de EU

Ambos grupos debatirán en sesiones privadas realizadas en Catar para poner final al conflicto entre los yihadistas y el gobierno de Kabul; el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, lidera las negociaciones de paz.

Afganistán ha estado sumiso durante décadas en conflicto por los talibanes. (AP / Archivo)
AFP
Dubai / Doha /

El gobierno afgano y los talibanes comenzaron negociaciones este sábado en Doha, por primera vez en décadas y con delegados designados, en presencia del secretario de Estado estadunidense Mike Pompeo, reuniendo delegados por buscar poner fin a décadas de guerra entre ambos bandos dadas su profundas divergencias.

Al iniciarse la ceremonia, el negociador del gobierno afgano, Abdullah Abdullah, pidió un "alto el fuego humanitario". Una medida de la que desconfían los insurgentes, temiendo perder su principal ventaja en la mesa de negociaciones. Es la más reciente actividad diplomática por parte del gobierno estadunidense antes de las elecciones presidenciales en noviembre.

"Nuestro país recordará este día como el del final de la guerra y de los sufrimientos de nuestro pueblo", esperó Abdullah, un ex ministro que preside el Consejo para la Reconciliación Nacional.

La Unión Europea pidió igualmente en un comunicado un cese "inmediato" de los combates. El enviado de Estados Unidos en Afganistán, Zalmay Khalilzad, se mostró optimista al final de la jornada.

"La esperanza es [...] que haya una reducción de la violencia inmediata, un alto el fuego, o una discusión sobre un alto el fuego [y] que haya al final un acuerdo sobre una hoja de ruta política, pero también una tregua permanente", indicó Khalilzad desde Doha.

Estas negociaciones, que se retrasaron seis meses debido a profundos desacuerdos sobre un polémico intercambio de prisioneros, han comenzado un día después del aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que provocaron la intervención internacional encabezada por Estados Unidos que expulsó a los talibanes del poder en Afganistán.

“Cada uno de ustedes tiene una gran responsabilidad”, dijo Pompeo a los participantes. “Tienen la oportunidad de superar sus divisiones”, agregó.

Las negociaciones de paz entre ambos grupos son históricas tras ser las primeras desde el inicio del conflicto. (AP)

Unos objetivos irreconciliables

Tras la apertura del sábado, que fue básicamente una ceremonia, las negociaciones duras se llevarán a cabo a puerta cerrada durante varias sesiones. Luego de una reunión con los talibanes el sábado en Doha, Khalilzad, dijo que a Estados Unidos y a todos los afganos les gustaría ver un acuerdo “más temprano que tarde”.

Las discusiones se celebran en un gran hotel de Doha, que ya albergó la firma del histórico acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes en febrero, el pacto que allanó el camino para las actuales negociaciones. Este acuerdo confirmó la salida de las fuerzas extranjeras de Afganistán antes de mediados de 2021, a cambio de ambiguas garantías talibanas, entre ellas la celebración de este "diálogo interafgano".

Esta retirada se producirá "antes del mes de abril" dijo Khalilzad. Hay actualmente 8 mil 600 militares estadunidenses en Afganistán, incluidos de la OTAN, y serán solamente 4 mil 500 a fines de noviembre. El presidente Donald Trump, cuya reelección en noviembre es incierta, está determinado a poner fin a toda costa a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.

Pero parece improbable que la contienda se vaya a resolver rápidamente y se desconoce la duración de las negociaciones. Las partes intentarán abordar cuestiones difíciles. Esto incluye los términos de un alto el fuego permanente, los derechos de las mujeres y las minorías y el desarme de decenas de miles de combatientes y milicias talibanes leales a los caudillos, algunos de ellos alineados con el gobierno.

Khalilzad dijo que es poco probable un alto el fuego rápido y permanente, pero mantuvo la esperanza de una reducción gradual de la violencia hasta que ambas partes estén listas para poner fin a sus enfrentamientos.La desconfianza es profunda en ambos lados, dijo.

La primera reunión fue "muy positiva", destacó no obstante Habiba Sarabi, una de las cuatro mujeres de los 21 negociadores gubernamentales. No hay mujeres entre los negociadores talibanes. Los talibanes "estaban mejor dispuestos que en reuniones anteriores. Estamos construyendo la confianza".

Pero, según Abdullah Abdullah, "podría darse el caso" de que los talibanes pidan la liberación de más prisioneros antes de comprometerse a detener temporalmente la violencia. "Esto podría ser una de sus ideas o una de sus peticiones", dijo.

Las conversaciones en Doha siguen al reconocimiento de Israel por parte de Estados Unidos por parte de dos naciones del Golfo: Bahréin el viernes y Emiratos Árabes Unidos a principios de este mes. También se espera que las partes afganas discutan cambios constitucionales y el reparto del poder. En virtud del acuerdo firmado entre Estaos Unidos y los talibanes en febrero, ya se han liberado a 5 mil prisioneros talibanes a cambio de mil detenidos gubernamentales.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, lidera las negociaciones entre el gobierno de Kabul y los talibanes. (AFP)

La guerra entre talibanes y el gobierno afgano

Los rebeldes anunciaron la liberación de 22 soldados afganos "en un gesto de buena voluntad" con ocasión de las negociaciones, según su vocero Zabihullah Mujahid. Los talibanes, que no reconocer el gobierno de Kabul, quieren instaurar en Afganistán un "sistema islámico" en el que la ley sea acorde con un islam rigorista, recordó su jefe negociador Abdul Ghani Baradar.

"Quiero que todo el mundo tome en cuenta el islam en las negociaciones, y que el islam no sea sacrificado a intereses personales", reiteró.

El gobierno del presidente Ashraf Ghani insiste en mantener la joven república y su Constitución, que consagra muchos derechos, en particular para las minorías religiosas y las mujeres, que serían las grandes perdedoras de un retorno a las prácticas vigentes bajo el yugo de los talibanes.

La guerra afgana causó decenas de miles de muertos, entre ellos 2.400 soldados estadounidenses, obligó a millones de personas a huir y costó a Washington más de un billón de dólares. Muchos afganos temen el regreso al poder, parcial o total, de los talibanes, que albergaron a la red yihadista Al Qaeda antes del 11 de septiembre de 2001.

Los talibanes se encuentran en una posición de fuerza desde la firma del acuerdo con Estados Unidos, que impusieron con su incesante guerrilla. Los insurgentes controlan ya la mitad del territorio afgano.

​dmr

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