Un atentado suicida en una reunión religiosa dejó ayer al menos 50 muertos y 83 heridos en Kabul, en uno de los atentados más sangrientos en la capital afgana en las últimas semanas.
La masacre fue provocada por un insurgente suicida que detonó sus explosivos en medio de una sala de fiestas mientras los ulemas (estudiantes religiosos musulmanes) conmemoraban el nacimiento del profeta Mahoma, explicó a la prensa el portavoz de la policía capitalina, Basir Mujahid.
La policía local selló los caminos hacia el sitio del ataque. Centenares de familiares se congregaron en hospitales locales, examinando las listas de muertos y heridos en búsqueda de sus seres queridos.
Lugares públicos, restaurantes y otros centros de recreo del país se encontraban repletos para celebrar el aniversario del fundador del islam.
Hasta anoche nadie se había atribuido el ataque. En este sentido, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, negó a través de un comunicado la participación del grupo insurgente.
Mujahid aseguró que el Emirato Islámico, como se hacen llamar a sí mismos sus integrantes, “condena enérgicamente los ataques contra civiles y reuniones religiosas”.
Atentado en Kabul deja al menos 50 muertos
Lugares públicos, restaurantes y otros centros de recreo del país se encontraban repletos para celebrar el aniversario del fundador del islam.
Kabul /
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