El ejército israelí llevó a cabo este domingo una nueva operación en Yenín, Cisjordania, de donde proceden los autores de los recientes atentados mortales en Tel Aviv que pusieron al Estado judío "a la ofensiva", según el primer ministro Naftali Bennett.
En un contexto de gran tensión, el campo de refugiados Yenín, bastión de facciones palestinas armadas, se preparaba para nuevos enfrentamientos y quedó en "estado de alerta", según un portavoz de esos grupos, Abu Muadh, quien llamó a los combatientes locales a una "movilización general" para "enfrentar una incursión" de las fuerzas israelíes.
El sábado, el ejército israelí y la policía fronteriza hicieron una incursión en el campo de refugiados de Yenín, limítrofe con la ciudad del mismo nombre, provocando un intenso tiroteo en el que murió un palestino de 25 años miembro de la Yihad Islámica, el principal movimiento islamista armado palestino después de Hamás.
Y a última hora del sábado, Israel anunció medidas para reforzar el control de la zona de Yenín, como el cierre de los pasos israelíes hacia la ciudad, la restricción de la entrada y la salida y el "aumento" de los controles de seguridad.
"El Estado de Israel ha pasado a la ofensiva... y hará todo lo necesario para acabar con el terrorismo. Arreglaremos cuentas con todos aquellos que están vinculados directa o indirectamente a los ataques" que ha sufrido el país desde el 22 de marzo, declaró el primer ministro Bennett al inicio de la reunión semanal del Consejo de Ministros.
El gobierno israelí aprobó por otra parte una inversión de 360 millones de shekeles (más de 110 millones de dólares) para prolongar 40 kilómetros el vallado de seguridad que separa Israel de una parte de los Territorios Palestinos y que fue levantado durante la Segunda Intifada, levantamiento palestino a inicios de la década de 2000.
Hace 20 años, Yenín fue escenario de una gran ofensiva israelí, durante la cual al menos 53 palestinos, la mayoría de ellos civiles, y 23 soldados israelíes murieron tras 10 días de combates.
"Un día difícil"
En otra parte de Cisjordania, cerca de Belén, una palestina que se dirigía de manera "sospechosa" hacia soldados israelíes fue tiroteada y murió, informó el Ministerio de Sanidad palestino. Se trata de Ghada Sabatine, una viuda de 40 años y madre de seis hijos, según la agencia de noticias palestina Wafa.
En Hebrón, en el sur de Cisjordania, territorio palestino ocupado desde 1967 por Israel, otra palestina apuñaló el domingo a un policía fronterizo israelí y fue abatida, según la policía de Israel.
La atacante llegó a uno de los puntos de control de la policía fronteriza y atacó a un oficial que estaba en el lugar. El agente resultó con heridas leves, indicó la policía en un comunicado.
Al anochecer el domingo, un hombre palestino murió a tiros cerca de Belén, dijo el ministerio palestino de Salud, que lo identificó como Mohamed Ghnaim.
Desde el 22 de marzo, Israel ha sido golpeado por cuatro ataques, los dos primeros perpetrados por dos árabes israelíes vinculados a la organización yihadista Estado islámico (EI) y los dos últimos por palestinos originarios del sector de Yenín. Estos ataques dejaron en total 14 muertos en Israel.
Según un recuento, diez palestinos, entre ellos los asaltantes, resultaron muertos en enfrentamientos desde el 22 de marzo. El último ataque, el jueves en pleno corazón de Tel Aviv, dejó tres muertos y una decena de heridos, muchos de ellos aún hospitalizados.
Miles de israelíes participaron este domingo en los funerales de los tres hombres en la localidad de Kfar Saba (centro) y en el kibutz Ginosar (norte).
"Es un día difícil", declaró el primer ministro israelí Bennett, quien reiteró este domingo haber dado carta blanca a las fuerzas armadas en su "guerra contra el terrorismo".
Este domingo por la noche se registraron manifestaciones en diferentes sectores de Cisjordania en apoyo a la población de Yenín.
RM