¿Más que una valla? El Muro de los lamentos, el lugar más sagrado para el judaísmo

Mundo de ladrillos

El Kotel es el lugar más sagrado del pueblo judío, no sólo representa un lugar para rezar, sino más de tres milenios. Ese es su historia.

El Muro de los Lamentos, uno de los puntos más sagrados del judaísmo. (Ilustración)
Diego Rodríguez
Ciudad de México /

Los ladrillos han sido pieza fundamental para la construcción de todo tipo de edificaciones, desde las casas en las que habitamos, e incluso, los edificios en los que laboramos. También son parte primordial de la historia al estar presente en los monumentos más emblemáticos del mundo, como fuertes, palacios, e incluso, templos.

Los templos forman parte de la cultura colectiva de un pueblo, de una sociedad, e incluso, de una forma de pensar y el ver el mundo. También lo llegan a ser los vestigios que quedaron en los alrededores. Kotel —en hebreo— o Muro de los Lamentos como lo conocemos genuinamente representa esa construcción de un mundo, una cultura.

Este recinto es uno de los lugares de culto más importantes del judaísmo. ¿Por que los judíos rezan sobre una pared? ¿Cuándo se construyó? y ¿Por qué es uno de los principales puntos religiosos dentro de la Explanada de las Mezquitas?

El Muro de los Lamentos es uno de los lugares más sagrados del pueblo judío. (Xinhua)

Uno de los lugares más sagrados dentro del judaísmo

El Muro de los Lamentos es uno de los elementos que pertenecen a la Explanada de las Tres Mezquitas, uno de los lugares más emblemáticos y religiosos, tanto para el judaísmo como para los musulmanes y los cristianos.

Mark Achar, subdirector del portal Enlace Judío, en entrevista con MILENIO, resalta que es uno de los puntos más sagrados para el pueblo.

"El Kotel es el muro más cercano al Kodesh Hakodashim, el lugar más sagrado del Templo de Salomón. En donde entraba el Kohen Hagadol (Sumo Sacerdote), principalmente en el día más sagrado del año judío, conocido como Yom Kipur, el día del perdón. Destaca que en el muro "no se venera, sino en él se conecta con Dios, porque si no, estaríamos hablando de la práctica de la idolatría, algo que en el judaísmo está explícitamente prohibido [...] no veneramos ninguna cosa porque Dios no tiene forma".

Los ritos religiosos están tomados en cuenta dentro de algunas de las 613 reglas de la Torá marcadas por Maimónides, en las cuales se tratan  de llevar las prácticas del texto a nuestra vida. Entre las obligaciones existen rezos y reglas que se realizan en el lugar.

Una de las cuestiones la separación de hombre y mujeres. De acuerdo a la Torá, se denotan reglas de acuerdo a sus características, en este caso, si se nace varón, se debe cubrir el Mitzvá (preceptos, mandamientos), en que debe realizar el Brit Milá (la circuncisión), en el caso de las mujeres no es obligación el rezo.

"Las obligaciones también se consideran como una forma de conectar con Dios", añade. "Podemos llevar las prácticas del texto a la vida diaria". 

El uso de los tefilín es una de las mitzvá (preceptos) más importantes en el judaísmo. Éstos se colocan en la cabeza, cerca del corazón y en el brazo para indicar que pensamiento, sentimiento y acción deben estar siempre en armonía y en servicio de Dios.

Los talits, son un accesorio religioso judío en forma de chal utilizado en los servicios religiosos del judaísmo, son también parte de los elementos para el rezo. Se usa porque es parte fundamental de la mitzvá.

¿Por qué le llaman el "Muro de los lamentos"?

El nombre original esHaKotel Haamaraví — "muro occidental" en hebreo—, ya que representa los restos de la barda del antiguo Templo de Jerusalén. Achar describe que el nombre de Kotel no tiene específicamente un tipo de alusión a nada religioso en la actualidad, sino denota la función del muro.

A partir de la Guerra de los Seis días en 1967 se cambió la connotación del Muro de los Lamentos. Antes de ello, se rezaba en el lugar como símbolo de la pérdida del Templo hace más de 2 mil años.

El Muro de los Lamentos, o Kotel, es el remanente del antiguo templo de Jerusalén. (Xinhua)

La "Piedra Fundacional" ¿la base del judaísmo?

Irving Gatell, colaborador de Enlace Judío, también en entrevista con MILENIO, destaca que dentro de las tradiciones místicas existe el concepto de la "Piedra Fundamental" o "Piedra Angular", su concepto puede ser un "centro de todo", el cual se puede edificar.

"Dentro del judaísmo, en ésta corriente conforme se desarrolla, existe la idea de que Jerusalén es 'el centro del mundo', por lo tanto para llegar a una idea aún más elevada, se habla de ella (la piedra) como el soporte del universo".

Existen varias versiones místicas sobre la piedra, en que se relata la teoría de un meteorito, o que fungió como parte de un lugar de sacrificios donde Abraham ofrendaría a Isaac, según la tradición judía o a Ismael, según la tradición Islámica. 

Achar añade que una de las razones por las cuales el judaísmo aún perdura en la actualidad no es plenamente por el muro, aunque está vinculado, sino la fe y a resiliencia de comunidad minoritaria. 

"Estamos hablando específicamente de una religión que se ha mantenido casualmente de fe, de una fe que no es tangible, o sea, que no es física. Entonces el solo hecho de plantearlo así suena muy bonito, de manera mística". 

El Muro de los Lamentos es el principal punto religioso del pueblo judío. (Xinhua)

El muro, el "vestigio" del antiguo Templo de Jerusalén

Gatell detalla el Kotel como una especie de "Sinagoga Abierta" ya que en el lugar se encontraba el antiguo Templo de Jerusalén, que fue construido y destruido en dos ocasiones: el primero, construido en el 957 antes de nuestra era (a.n.e) hasta el 587 a.n.e; y el segundo, el del 516 a.n.e al 70 después de nuestra era (d.n.e).

"Lo utilizamos así como un espacio de devoción religiosa. Lo significativo que tiene es que, según sabemos, por la historia; por la arqueología, es la última sección que quedó en pie de lo que fue el complejo".

Aunque Jerusalén había existido como ciudad antes de la conquista del Rey David, éste lo terminó convirtiéndo en su capital. Con ello, ordenó que en una de las puntas del monte Zion fuera la sede del primer templo de Jerusalén: el monte Moriá. Mismo que terminaría siendo construido durante el reinado de su hijo, el rey Salomón.

"En realidad el lugar complejo se llama Monte Zion, es donde está Jerusalén. Está allí desde las épocas de los cananeos más antiguos, , y (estaban los) israelitas. Ya existía una importante ciudad, y el texto bíblico nos ofrece varios nombres, uno de ellos era Jebús", añade Gatell. 

El monte Moriá, la referencia bíblica

Aunque gran parte de Jerusalén fue construida sobre el monte Zion, en la Biblia cristiana y en la Torá judía se refiere al pico del monte, donde estaba el entonces Pueblo de Jerusalén, como uno de los lugares santos. El libro del Génesis en la Biblia se menciona el lugar"


"Entonces Dios dijo: 'Toma a tu hijo, tu único hijo, a quien amas, Isaac, y ve a la región de Moriá. Sacrifícalo allí como una ofrenda quemada en una montaña que te mostraré'": Génesis 22:2

El templo, ya construido, fue víctima de saqueos constantes debido a lo valioso que era lugar. No era para menos, ahí se encontraban dos de los objetos más emblemáticos de los tiempos prejudaicos: El Kodesh Hakodashim — el lugar que guardaba el Arca de la Alianza y la Piedra Fundamental.

Fue hasta la caída del reino de Judá a manos de los Babilonia, en el año 587 a.n.e, cuando el rey Nabucodonosor II ordenó la destrucción de la ciudad, incluido sus templos y murallas. Tras la caída de Jerusalén, los súbditos terminaron viviendo en el exilio, conocido en los pasajes de la Biblia como el "Cautiverio de Babilonia".

Durante cerca de 50 años, los judíos enfrentaron una de sus mayores crisis teológicas tras la destrucción del templo tras la ausencia de los Nevi'im (profetas), relacionada con la naturaleza, el poder y la bondad de Dios.

El segundo templo de Jerusalén fue destruido por los romanos en el año 70. (Dominio Público)

Sería hasta la llegada del Ciro II El Grande —quien conquistó a los babilonios y estableció el primer Imperio Persa en el 539 a.n.eque permitiría el regreso de los judíos al monte Zion. Zorobabel —nieto de Jeconías, penúltimo rey de Judá— acompañó al primer grupo, de 42 mil 360 personas (según la Biblia, Esdras 2:64-66) de regreso a Jerusalén.

Zorobabel se convirtió en el gobernador de la zona, ya controlada por los persas, mismo que permitió la reconstrucción del segundo templo bajo el liderazgo de los últimos tres profetas judíos Hageo, Zacarías y Malaquías, así como con la aprobación y financiación del ahora rey Darío de Persia.

El segundo templo de Jerusalén fue culminado en el año 516 a.n.e. en el mismo lugar donde se encontraba el "Templo de Salomón". Aunque ya no contaba con el Arca de la Alianza ni otros objetos,  sí se pudieron conservar los rituales.

Así se mantendría a lo largo de cinco siglos, tanto bajo de los persas, que caerían siglos después, así como de los griegos y los romanos. El lugar fue testigo de importantes trastornos históricos y cambios religiosos significativos que afectarían a la mayoría de las religiones abrahámicas posteriores, entre ellas, el cristianismo.

Los orígenes de la autoridad de las escrituras, de la centralidad de la ley y la moralidad en la religión, de la sinagoga y de las expectativas apocalípticas para el futuro, todo se desarrolló en el judaísmo de este período.

¿La primera religión monoteísta?

Gatell destaca que el judaísmo no era la única religión monoteísta en su tiempo —ya existía el Zoroastrismo, practicado por los persas, y el Yazidismo en algunas regiones de la antigua Babilonia— se hizo generalizado muchos siglos después ya como el concepto que tenemos.


"El concepto monoteísta era propio de Judá, el antiguo Israel. Ahora bien, esto se va a generalizar del mundo muchos siglos después, porqué no nada más va a ser la influencia del judaísmo, del cristianismo [...] Apenas estábamos empezando a buscar la manera en que todos los fenómenos de la naturaleza hacen primeras personas que ante una percepción fragmentada, toda la mitología que deriva de todos los pueblos del mundo sea politeísta".

Hasta alrededor del 19 a.n.e., Herodes rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea comenzó una masiva renovación y expansión del Templo. Este fue demolido y se construyó uno nuevo en su lugar.  

Sin embargo, fue hasta el año 70 d.n.e cuando fue destruido tras la invasión por parte de los romanos después de la guerra romano-judía iniciada en el año 66 d.n.e. en que el ejército del Emperador Tito capturó la ciudad de Jerusalén y destruyó tanto la ciudad como su Templo.

"La guerra contra los romanos deja todo destruido. El templo destruido pasa a convertirse como en el símbolo de la pérdida judía de la soberanía sobre la tierra", afirmó Irving Gatell. 
Con la destrucción del Templo de Jerusalén, el pueblo judío se terminó apropiando de los restos del muro. (Dominio Público)

La destrucción del segundo templo se realiza el 4 de agosto del año 70 d.n.e; sin embargo, es en la misma fecha que en Tisha B'Av, el principal día de ayuno y abstinencia en el judaísmo, que es entre julio y agosto en el calendario gregoriano. En ello quedaron los restos del muro que rodeaba el templo, que hoy son parte del actual Kotel.

"Nunca dejó de haber presencia judía en Jerusalén, por ello se acostumbraron a llamarlo 'Muro de los Lamentos'", añade Gatell. 

La presencia de los musulmanes en el monte Zion

Aunque aún existían judíos en la zona, los siguientes siglos se mantuvo a la disputa del territorio de Jerusalén, ya que estuvo en mano de los romanos, bizantinos, y otomanos.

En la época romana, el emperador Adriano buscó reconstruir la ciudad, pero completamente romana, que tendría de nombre Aelia Capitolina, que sería dedicado a Júpiter el principal dios—, mismo que provocó la revuelta de Bah Kokhba (la tercera guerra romano-judía) entre los años 132 y 135 d.n.e.

Los romanos aplastaron al pueblo judío, mismo que dio paso a que comenzara la diáspora de ellos en otras regiones de la zona, principalmente en Galilea, Golán, el valle de Bet Shean, y los bordes oriental, sur y occidentales de Judea. En un intento por borrar cualquier memoria del Israel antiguo, Adriano borró el nombre del mapa y lo reemplazó por el de Siria Palestina.

Durante el ocaso del Imperio Romano, la región pasaría a manos del Imperio Bizantino. En el año 365, el emperador romano Constantino I construyó sitios cristianos en Jerusalén, como la Iglesia del Santo Sepulcroconsiderado como el lugar más sagrado del Cristianismo. En ese entonces, a pesar del intenso cabildeo de los judeo-bizantinos, no podían ingresar a la ciudad. 

Tal era el rechazo que, de acuerdo con fuentes cristianas de la época, que los judíos encontraron grandes dificultades para comprar el derecho a rezar cerca del Muro Occidental, al menos en el pleno día de Tisha B'Av. Fue hasta el año 425 que el pueblo judío pudo obtener el permiso para rezar en las ruinas del templo, así como reasentarse en Jerusalén.

Los musulmanes se apropiaron de la Explanada de las Tres Mezquitas durante la invasión de los califatos. (Dominio Público)

Dos siglos más tarde, el conquistador Amr ibn al-As —leal al califato Rashidun, nombre que se da en la tradición musulmana a los cuatro primeros califas que sucedieron a Mahomatoma la ciudad de Jerusalén en el año 637 d.n.e 

Finalmente, el patriarca ortodoxo de Jerusalén, Sofronio, acordó entregar Jerusalén al califa Umar en persona, quien viajó desde Medina para negociar el Pacto de Omar, que permitía la libertad religiosa de los cristianos y judíos a cambio de un impuesto a los no musulmanes. Bajo el dominio musulmán, la población cristiana y judía de Jerusalén disfrutó de la tolerancia habitual dada a los teístas no musulmanes.

En ese periodo comenzaría la construcción de los actuales edificios de la Plaza de las Tres Mezquitas. Al inicio del califato omeya de Abd al-Malik inició planes para la construcción de la Cúpula de la Roca y la Mezquita al-Aqsa, mismo que se completaron en el 692 y en el 705, respectivamente.

Los musulmanes le dan su significado

Dentro del Corán, es el lugar donde el profeta Mahoma comenzó su Viaje Nocturno, en "la mezquita más lejana" —la actual Mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén— en que fue visitado por dos arcángeles, quienes le abrieron el cuerpo y purificaron su corazón de toda duda, error y paganismo. Fue entonces llevado al cielo en la cabalgadura llamada Buraq ("Brillante" o "Relámpago"), una bestia blanca y alada similar a un pegaso, donde ascendió los siete niveles para alcanzar el trono de Alá.

​Para ese entonces, el Muro ya se había convertido en un un centro religioso para los judíos que habitaban en la región. Algo que permaneció hasta la Primera Cruzada (1096-1099), donde los cristianos tomaron el control de Jerusalén y lo convirtieron en un reino.

Bajo el control de los cristianos en Jerusalén, expulsaron y asesinaron a musulmanes y judíos, al mismo tiempo, la Explanada de las Mezquitas se convirtieron para dar cabida para la creencia de Cristo. Como la ciudad dependió económicamente de los peregrinos, surgen los Caballeros Templarios y los Caballeros Hospitalarios con la necesidad de proteger y cuidar la gran afluencia de peregrinos que viajaban a la "ciudad santa" en el siglo XII.

Durante los siguientes siglos, Jerusalén se convirtió en un punto de disputa entre cristianos y musulmanes, donde se realizaron otras cruzadas y pasó en manos de reyes y sultanes. Fue hasta la llegada del Imperio Otomano en 1517 con la conquista de Selim I contra los mamelucos en Egipto. Su hijo, Solimán El Magnífico, fue quien dio el último amurallamiento de Jerusalén.

Con ello, los judíos recibieron el permiso oficial para adorar el sitio, en que el arquitecto otomano Mimar Sinan construyó un oratorio para ellos allí. Ya para 1625 se mencionan por primera vez las oraciones organizadas en el Muro Occidental.

Con la recuperación de los judíos por el monte Zion, el muro de los lamentos se convirtió en una explanada. (Dominio Público)

A partir del siglo XIX se empieza la más reciente disputa por el Kotel, donde empiezan las aglomeraciones de judíos en la zona, e incluso, intentos de compra del entonces barrio marroquí para garantizar el acceso a él.

Con la posterior caída del Imperio Otomano, Jerusalén era una ciudad extremadamente heterogénea, que terminó dividiéndose la población en cuatro comunidades principales: los judíos, los cristianos, los armenios y los musulmanes, así mismo se subdividían en otros grupos de acuerdo con la afiliación religiosa y el país de origen.

Los británicos, que se habían quedado con los territorios del Imperio Otomano tras su victoria en la Primera Guerra Mundial, acrecentaron la disputa entre musulmanes y judíos por el control del la parte del Kotel, donde se generaron disturbios, campañas de propaganda ante los temores del control de la Explanada de las Tres Mezquitas y prohibición de acceso a quienes no sean musulmanes. 

Los disturbios por el control del Kotel llevó a que el gobierno británico nombrara una comisión "para determinar los derechos y reclamos de musulmanes y judíos en relación con el Muro Occidental", y para determinar las causas de la violencia y prevenirla en el futuro.

La Sociedad de Naciones aprobó la comisión con la condición de que los miembros no fueran del Reino Unido. Determinaron que los judíos "no reclaman ningún derecho de propiedad sobre el Muro o el Pavimento frente a él", esto generó mayores fricciones por el control de la zona, mismas que fueron trasladadas durante el primer conflicto árabe-israelí en 1948.

Fue hasta la Guerra de los Seis días en 1967 cuando el Kotel quedó bajo control israelí, mismo que procedió al derrumbe del barrio marroquí para convertir el estrecho callejón donde se aloja el muro en una plaza de oración, que permanece en la actualidad. 

dmr

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.