El gobierno de Estados Unidos amenazó a Turquía con nuevas sanciones si no libera al pastor estadunidense Andrew Brunson, un caso que tensiona fuertemente la relación entre ambos países y provocó una fuerte caída de la lira.
El secretario de Finanzas estadunidense, Steven Mnuchin, dijo en una reunión de Gabinete en la Casa Blanca que el gobierno preparó otras sanciones si el pastor no es liberado rápidamente.
Trump también dijo en twitter que Ankara se ha aprovechado de Estados Unidos.
La crisis generada por este caso llevó a que el presidente Donald Trump duplicara la semana pasada los aranceles a la importación de aluminio y acero turcos, a lo que Turquía respondió el miércoles con 22 sanciones sanciones punitivas a productos estadunidenses.
Brunson, pastor en una iglesia evangélica en Esmirna, se encuentra en prisión preventiva desde octubre 2016 acusado de terrorismo y espionaje. Trump pidió su liberación en varias oportunidades y a principios de agosto su gobierno estableció sanciones contra dos ministros turcos.
La disputa agravó además la situación de la lira, que lleva ocho meses perdiendo valor, y que el pasado viernes y lunes cayó a niveles récord.
En tanto, la moneda turca ha recuperado algo de su valor tras las medidas adoptadas el lunes por el banco central y una oferta de Qatar de invertir 15 mil millones de dólares en el país.
En ese contexto, el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan busca el apoyo de inversores. El ministro de Finanzas turco, Berat Albayrak, habló hoy con miles de inversores extranjeros en una teleconferencia.
Albayrak aparentemente descartó por el momento una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI), sugerida por varios inversores, y dijo que el país no está en contacto con organismo, según lo citó la agencia estatal de noticias Anadolu.
El ministro, yerno de Erdogan, aseguró que se está trabajando en un plan para combatir la elevada inflación, que superó la marca del 15 por ciento, y el alto déficit del país. Reducir el índice de precios tiene la máxima prioridad, añadió.
Además, Albayrak rechazó posibles controles a la circulación de capital para contener el desplome de la lira turca y aseguró que nunca estuvieron en la agenda. Los controles a la circulación de capital evitan, en el caso de una crisis monetaria, que los inversores internacionales puedan retirar de golpe demasiados fondos de una economía golpeada.
El sector bancario del país es fuerte y sano, aseguró escudándose en los últimos "test de estrés". Además, el banco emisor dispone de reservas de divisas de más de 90 mil millones de dólares (unos 79 mil millones de euros).
Pese a ello, el ministro anunció ambiciosas medidas de ahorro para mejorar las finanzas públicas del país. Las recientes oscilaciones de cotización en los mercados financieros turcos no están justificadas por factores económicos reales, dijo Albayrak.
En tanto, reafirmó que el gobierno apoyará la política del banco central. Los inversores criticaron duramente que antes de las elecciones Erdogan anunciara una mayor intervención en la política financiera. "Se saldrá más fuerte de esta fase", manifestó.
El ministro turco se comunicó telefónicamente con su colega alemán, Olaf Scholz, quien destacó que una economía turca fuerte es importante para Alemania y Europa, según Anadolu. Ambos funcionarios tienen previsto reunirse el 21 de septiembre en Berlín. Se estima que el encuentro girará en torno a la preparación de la visita de Erdogan a Alemania a fines de ese mes.
El martes, Albayrak ya había señalado que la mejor respuesta a las amenazas de Estados Unidos era profundizar las relaciones con Europa.
Por otra parte, el gobierno francés confirmó hoy una conversación entre Erdogan y el mandatario galo, Emmanuel Macron, en la que éste le garantizó que para Francia es importante la estabilidad y prosperidad de Turquía.
jamj