El lago Razzaza de Irak fue en su día una atracción turística conocida por sus bellos paisajes y la abundante pesca de la que dependía la población local. Ahora, los peces muertos se acumulan en sus orillas y los terrenos que antes eran fértiles se han convertido en un desierto estéril.
El lago artificial Razzaza, uno de los más grandes de Irak, experimenta una disminución significativa del nivel del agua y está siendo afectado por la contaminación y los altos niveles de salinidad.
"En las décadas de 1980 y 1990, el lago Razzaza era una fuente de sustento, tenía peces como el barbo de aleta amarilla, el binni (Mesopotamichthys sharpeyi) y la carpa, porque el nivel de agua era bueno", explica el pescador Saleh Abboud. "Pero ahora se ha secado".
Este lago es la última víctima de la crisis del agua en Irak, conocido como la "Tierra entre los dos ríos", el Tigris y el Éufrates. Las presas situadas aguas arriba en Turquía, Siria e Irán han reducido los ríos y sus afluentes, las lluvias estacionales son menos abundantes y la infraestructura está en mal estado.
Cientos de familias solían depender de la pesca en el Razzaza para su sustento. Pero ahora el número de peces muertos que aparecen es mayor que el número de peces vivos que pueden pescar.
El lago Razzaza, también conocido como lago Milh, que en árabe significa lago salado, se encuentra entre las provincias iraquíes de Anbar y Kerbala. Es el segundo lago más grande de Irak y forma parte de un amplio valle que incluye los lagos de Habbaniyah, Tharthar y Bahr al-Najaf.
El lago se creó como medida para controlar las inundaciones que se producían en el Éufrates y para utilizarlo como un gran embalse para el riego. Los iraquíes y los turistas frecuentaban el lago como lugar de esparcimiento para refrescarse durante los calurosos veranos de Irak. Ya no es así, porque el lago se hace más pequeño año tras año.
En los últimos años, se ha visto afectado no sólo por la escasez de agua, sino por la sequía, el abandono y el aumento de la evaporación durante los calurosos veranos iraquíes. También se ha visto afectado por la contaminación debida al desvío de aguas residuales al lago y al robo de las cuotas de agua que se le asignan.
“El lago no se puede utilizar con el fin de operar los recursos hídricos porque no tenemos suficientes cantidades de agua para impulsar el lago Razzaza”, dijo Aoun Diab Abdullah, asesor del Ministerio de Recursos Hídricos.
dmr