Israel empieza a celebrar el Año Nuevo judío (Rosh Hashaná) este domingo, y mantiene activado un amplio dispositivo de seguridad ante sospechas de posibles ataques durante la festividad, una de las más relevantes de su calendario religioso, tras semanas de alta tensión con palestinos en Cisjordania ocupada.
Como en el resto de fiestas judías, la celebración comienza al oscurecer. En este caso se alarga 48 horas —hasta el atardecer del martes— y marca la entrada al año 5783, según el calendario hebreo. Muchos israelíes se juntan esta noche para cenar y festejarlo con su familia extendida. Tras el año nuevo, las celebraciones seguirán la semana que viene con el Yom Kipur (Día del Perdón, entre 4 y 5 de octubre) y Sucot (Los Tabernáculos), que dura una semana (de 9 al 16 de octubre).
A su vez, las fuerzas de seguridad siguen activas para evitar posibles ataques, tras alertas recibidas estas semanas y mientras se siguen produciendo choques armados en territorio palestino ocupado.
Según medios, en los últimos días se han tomado extensas medidas para arrestar a sospechosos —las operaciones de arresto del Ejército israelí en Cisjordania son casi diarias— y la inteligencia militar ha profundizado pesquisas para cortar supuestos planes de ataque.
Asimismo, las fuerzas armadas han desplegado un mayor contingente de soldados en Cisjordania desde hace dos días para reforzar la vigilancia en carreteras y asentamientos israelíes, después de que palestinos incrementaran sus ataques contra objetivos militares o colonos israelíes durante las últimas semanas.
"Como parte de los preparativos para las próximas festividades judías, se decidió desplegar refuerzos en varios lugares de Judea y Samaria (denominación bíblica para Cisjordania) para aumentar la defensa del área", declaró el Ejército en un comunicado.
Muere joven palestino tras ola de violencia previo a Rosh Hashaná
Esta mañana, soldados israelíes mataron a un joven palestino en la ciudad de Nablus (al norte de Cisjordania), en medio de una espiral de violencia en la región que ha dejado tres palestinos muertos en los últimos cuatro días.
Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, el fallecido de hoy murió por disparos de fuerzas israelíes encubiertas que irrumpieron en su barrio. Por su parte, el Ejército israelí señaló a la agencia EFE que en una "actividad de rutina", soldados "vieron sospechosos armados conduciendo un vehículo y una motocicleta", tras lo que respondieron disparando contra ellos.
El sábado, soldados israelíes mataron a un palestino que presuntamente realizó un intento de atropello cerca de Nablus, aunque fuentes palestinas aseguran que se trató de un accidente. El jueves, un atacante palestino murió por disparos de la Policía de Israel tras intentar apuñalar a civiles en la ciudad israelí de Modiín, el segundo incidente de este tipo en tres días.
El Ejército israelí ha aumentado sus incursiones en Cisjordania desde hace seis meses, sobre todo en el norte, en los distritos de Nablus y Yenín, tras una serie de ataques cometidos por palestinos y árabes-israelíes en los que murieron 18 personas en marzo y abril.
Por otro lado, los palestinos muertos en choques armados y otros incidentes violentos alcanzar el centenar en lo que va de año, según el Ministerio de Sanidad palestino. Con todo, el temor de las fuerzas de seguridad israelíes es que ataques similares a los de esta primavera pasada puedan cometerse durante las fiestas judías que arrancan ahora con el Rosh Hashaná.
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