Las autoridades de Israel expulsaron del país al director de Human Rights Watch (HRW) en el país, Omar Shakir, luego de tres semanas después de que el Tribunal Supremo ratificara la orden de deportación en su contra.
El fallo del Supremo confirmó la decisión adoptada por un tribunal de distrito de Jerusalén, que en abril dio luz verde a la expulsión del activista por su apoyo a las campañas de boicot a Israel, algo que es negado por Shakir y la propia ONG.
Shakir recalcó que, pese a su expulsión, "el gobierno de Israel ha fracasado a la hora de silenciar a HRW y al movimiento de los Derechos Humanos en general".
"A lo que hago frente es poco, comparado con lo que muchos otros han pasado", ha dicho, antes de recordar que "cada día" se niega la entrada al país "incontables activistas" por "su pasado o sus ideas políticas".
Shakir destacó además que "los que peor lo pasan son los activistas palestinos" y denunció el "acoso por parte de las autoridades", en medio de un clima de creciente represión contra las organizaciones de Derechos Humanos.
En este sentido, manifestó que la "fea ocupación, sin un fin a la vista, está caracterizada por la discriminación institucionalizada y la represión sistemática de los derechos, en particular de los palestinos".
"Si el gobierno de Israel puede deportar a alguien que documenta los abusos de los Derechos Humanos sin que haya consecuencias, ¿cómo podemos detener los abusos de los Derechos Humanos?", se ha preguntado.
"Mientras no haya consecuencias a sus abusos regulares, mientras se mantenga la impunidad, veremos a más activistas bajo presión y un aumento de los abusos", agregó.
"Hoy es apoyo al boicot, mañana será pedir al TPI que abra una investigación o, Dios no lo quiera, decir que Cisjordania está ocupada o que los asentamientos son ilegales, lo que son", ha remachado. "Volveré", ha asegurado, tras subirse a un vehículo de camino al aeropuerto.
En un último mensaje publicado en Twitter junto a una fotografía suya ya dentro del avión, ha destacado que "ya es oficial". "Israel me ha expulsado por su trabajo en HRW, sumándose a Siria, Egipto y Bahréin en prohibirme la entrada", ha dicho.
"No permaneceremos en silencio. De camino a informar a seis gobiernos europeos en ocho días y hablar ante el Parlamento Europeo sobre la sistemática represión de Israel contra los palestinos", ha recalcado.
jamj