El jefe del Mossad, el Servicio de Inteligencia Exterior israelí, aseguró hoy que Israel seguirá actuando contra Irán para proteger su propia seguridad pese a que las potenciales mundiales restauren el pacto nuclear con Teherán, según declaraciones recogidas por medios locales israelíes.
David Barnea, máximo responsable del Mossad —órgano al que se ha atribuido estos años el asesinato de científicos y cargos militares iraníes, así como sabotajes contra instalaciones nucleares— dijo que el acuerdo que se negocia está "basado en mentiras", y remarcó que Israel se defenderá "de cualquier manera posible" ante Irán.
En una reunión informativa con el primer ministro en funciones de Israel, Yair Lapid, Barnea pronosticó que el pacto podría firmarse "dentro de unas pocas semanas, tal vez menos de un mes", y consideró que la intención de Washington y Teherán de restablecerlo "no cambia el deseo a largo plazo de Irán de obtener el arma nuclear".
"No podemos sentarnos en silencio y simplemente mirar cómo se acerca el peligro", añadió el jefe del Mosad, en declaraciones que se han difundido públicamente, algo más bien raro teniendo en cuenta que procede de un organismo que actúa con máximo secretismo.
Barnea agregó que el pacto es "un fraude", aseguró que habrá más amenazas por parte de Irán, y destacó que ni Estados Unidos ni los países europeos están dispuestos a emplear la acción militar contra Irán, sobre todo tras la existencia de la actual guerra de Ucrania.
Sus declaraciones se producen poco después de que Lapid asegurara hoy que la presión israelí ante Estados Unidos para condicionar las conversaciones del acuerdo había dado ciertos frutos positivos, y mientras el ministro de Defensa, Beny Gantz, se encuentra en Estados Unidos para tratar a cuestión con sus autoridades.
El temor a un acuerdo inminente ha encendido las alarmas estos días entre la clase política y el aparato de seguridad de Israel, que ve a Irán como su principal enemigo y una amenaza existencial. El pacto nuclear, establecido en 2015, quedó en papel mojado en 2018, cuando el entonces presidente estadunidense, Donald Trump, se retiró unilateralmente del acuerdo, en parte por la presión israelí.
Tras la caída de Trump, el Gobierno Biden mostró su voluntad de reincorporarse al acuerdo, y las potencias mundiales han negociado en los últimos 16 meses su restauración, que podría "estar cerca", según aseguró hoy el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
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