De joven burócrata del partido a indiscutible líder cabalgando a caballo entre montañas nevadas. Durante su década en el poder, Corea del Norte ha tratado de retratar a Kim Jong Un como un dirigente poderoso, pero también popular entre su población.
Corea del Norte es una de las sociedades más aisladas y censuradas del planeta, en la que los medios estatales controlan al detalle lo que la gente puede ver y escuchar.
Tres generaciones de la familia Kim han controlado el país con absoluta autoridad desde 1948. Durante este tiempo, el régimen ha usado las imágenes para legitimar su poder, según los analistas. Desde el exterior, se esboza un retrato de Kim como un tirano despiadado, obsesionado con desarrollar el arsenal nuclear del país incluso a costa de hacer pasar hambre a su población.
Pero los medios estatales norcoreanos ofrecen una faceta mucho más humana: Kim acariciando a huérfanos en lágrimas, rodeado por efusivas mujeres soldado o sonriendo ante una pila de patatas.
"Las imágenes que el régimen elige para diseminar y entretejer la hagiografía de Kim dice mucho sobre cómo Kim concibe el futuro de Corea del Norte y su lugar en él", escribía en 2018 Jung Pak, actualmente subsecretaria adjunta del departamento de Estado de Estados Unidos.
En sus frecuentes apariciones públicas, Kim se muestra ante audiencias militares, económicas y sociales, como hacían su padre y su abuelo. Pero también se divulgan imágenes suyas quitando maleza, montado en montañas rusas, operando un tanque o galopando a caballo.
"Kim parece querer reforzar la impresión de que es joven, vigoroso, activo, calidades que atribuye también a su país", dijo Pak en un informe de Brookings Institution.
Las fotografías y películas cuidadosamente preparadas son "una parte universal de la política" para ganar apoyo público pero la propaganda norcoreana obedece a motivos diferentes, comenta Michael Madden, investigador del Stimson Center.
"En Corea del Norte no se trata de ser receptivo a la opinión pública, sino de influenciar cómo (...) los ciudadanos ven o contemplan al líder", añade.
La foto del caballo blanco, la más emblemática de Kim Jong-un
La imagen pública fue "particularmente importante" para Kim cuando asumió precipitadamente el poder tras la muerte de su padre Kim Jong Il el 17 de diciembre de 2011, explica Jean Lee, analista del Wilson Center.
"Heredó el liderazgo en un momento en que era joven y virtualmente desconocido para su propia gente", afirma.
Madden añade que el régimen lanzó una "campaña de emulación" al poco tiempo, con el joven líder adoptando la vestimenta y el corte de pelo de su abuelo, el fundador de Corea del Norte Kim Il Sung.
El sorprendente parecido entre ambos incluso alimentó especulaciones internacionales de que el joven Kim había engordado a propósito para aumentar la semejanza.
"La estrategia era presentarlo como la reencarnación moderna de su muy querido abuelo - en la apariencia, la personalidad y la política- para justificar su derecho a mandar", señala Lee.
El peso de Kim, que aumentó significativamente durante su mandato antes de caer abruptamente este año, ha provocado regulares preguntas sobre su salud. Pero los analistas aseguran que las imágenes difundidas a través de la agencia de noticias norcoreana KCNA o el periódico Rodong Sinmun tienen un propósito más allá de la estética.
En octubre de 2019, los medios norcoreanos publicaron imágenes de Kim cabalgando un caballo blanco en un paisaje nevado hacia la cumbre del sagrado monte Paektu. Es un motivo recurrente en las imágenes de los predecesores de Kim, pero los observadores de Corea del Norte lo interpretaron como una señal de una nueva dirección política.
Se publicaron con las negociaciones entre Washington y Pyongyang en punto muerto tras la fracasada cumbre entre Kim y Donald Trump. Para Madden constituían "un imaginario antiimperialista".
Las fotos decían que "Corea del Norte no va a ser zarandeada o intimidada por las grandes potencias", afirma.
Tiempos de adversidades en Corea del Norte
El empobrecido país se encuentra sometido a múltiples sanciones internacionales por su programa de armas nucleares y misiles balísticos, y ha sufrido escasez crónica de comida. El país se enfrenta a su peor crisis económica en años, impactado por las sanciones o por el autoimpuesto bloqueo por el virus.
Fotografías del líder en meses recientes muestran una importante pérdida de peso, "favoreciendo una imagen de Kim más responsable ante la población", afirma Jenny Town, investigadora del Stimson Center.
La televisión oficial divulgó una inusual entrevista de un ciudadano anónimo asegurando que la población tenía "el corazón roto" por este cambio físico y que "todo el mundo empezó a llorar" por el adelgazamiento de Kim.
Las imágenes tratan de "enseñar que se están haciendo sacrificios en un momento duro para el país", dijo Town, aunque dudó de su eficacia. "Cuanto más duren estas adversidades, menos llamativas serán las imágenes del líder", indicó
RM