El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, llamó a toda la ciudadanía a boicotear los productos de Francia, en medio de una disputa con su homólogo Emmanuel Macron por sus declaraciones en defensa de la publicación de caricaturas del profeta Mahoma.
"Así como en Francia algunos dicen 'no compren las marcas turcas' me dirijo desde aquí a mi nación: 'Sobre todo no presten atención a las marcas francesas, no las compren'", dijo Erdogan. "Se está llevando a cabo una campaña de linchamiento contra los musulmanes parecida a la de los judíos de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial".
En dos ocasiones este fin de semana, el presidente turco cuestionó la "salud mental" de Macron, denunciando sus posiciones hacia los musulmanes. En la raíz de la ira de Erdogan están las declaraciones de la semana pasada de Macron prometiendo que Francia no renunciaría a las caricaturas ni a la libertad de expresión.
El mandatario francés pronunció estas palabras en un homenaje nacional a Samuel Paty, el profesor decapitado en un ataque islamista por mostrar caricaturas del profeta Mahoma en clase.
Macron, con el respaldo de Europa
Acusada por París de guardar silencio sobre el asesinato del profesor, la presidencia turca acabó denunciando este lunes un "asesinato monstruoso" que "no se puede justificar de ninguna manera". El presidente francés gana apoyo en Europa, empezando por el primer ministro holandés Mark Rutte.
Los comentarios de Erdogan contra Macron "son inaceptables". "Países Bajos se mantiene firme junto a Francia en la defensa de los valores comunes de la Unión Europea. Por la libertad de expresión y contra el extremismo y el radicalismo", escribió en Twitter.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, tildó de "difamatorias" e "inaceptables" las declaraciones de Erdogan y expresó su "solidaridad" con París. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, también las consideró "inaceptables". El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, expresaron asimismo su apoyo a Macron.
En el mundo musulmán no existe respaldo
Pero en el mundo musulmán, donde toda representación de Mahoma es tabú, las declaraciones del presidente Macron despertaron aireadas reacciones. Desde el sábado por la noche, productos franceses comenzaron a ser retirados de las estanterías de los supermercados de Doha, la capital de Catar.
En Jordania varios videos en redes sociales mostraban productos franceses retirados de estantes de supermercados o sustituidos por bienes de otros países. Los videos estaban acompañados por etiquetas de tipo #FranceBoycott o #OurProphetisaredline" (Nuestro profeta es una línea roja).
En Gaza unas decenas de manifestantes anti-Macron se reunieron por segundo día consecutivo. El fin de semana hubo manifestaciones en Túnez y en algunas regiones de Siria que solo reunieron a unas decenas de personas.
En Senegal, el movimiento panafricanista "Frapp-France Dégage" hizo un "llamado al boicot de los productos franceses para denunciar la amalgama indecente, insultante, entre el islam y el terrorismo, esta islamofobia fomentada y tramada por el estado imperialista francés".
"No vamos a ceder al chantaje", reaccionó Geoffroy Roux de Bézieux, presidente de la principal organización patronal de Francia, Medef, quien pidió a las empresas francesas que antepongan sus "principios" a los negocios.
Las empresas de alimentos, bienes de lujo y cosméticos podrían verse particularmente afectadas por este boicot en los países del Magreb (norte de África) y del Medio Oriente. Decenas de sitios web franceses fueron en los últimos días víctimas de piratas informáticos, que publicaron mensajes de propaganda islamista.
Mensajes como "Victoria para Mahoma", "Victoria para el Islam" y "Muerte a Francia" y un montaje que muestra a Macron convertido en un cerdo fueron publicados en páginas web de asociaciones de jubilados, empresas o ayuntamientos de pequeñas localidades.
La ministra francesa de Cultura, Roselyne Bachelot, llamó el lunes al "apaciguamiento". Francia no está luchando "contra los musulmanes franceses", sino contra "el islamismo y el terrorismo", aseguró.
La víspera, el Ministerio de Relaciones Exteriores francés afirmó que "los llamamientos al boicot son inútiles y deben cesar inmediatamente, al igual que todos los ataques contra nuestro país, que son utilizados como herramienta por una minoría radical".
Macron tuiteó poco después: "Apreciamos la libertad, garantizamos la igualdad, vivimos la fraternidad con intensidad. Nada nos hará retroceder, nunca". Además de Erdogan, otros líderes del mundo musulmán han criticado a Macron.
En Pakistán, el primer ministro Imran Khan lo acusó de "atacar al islam". Marruecos condenó "enérgicamente la publicación de caricaturas ultrajantes para el islam y el profeta".
El gobierno libio también "condenó firmemente" las palabras de Macron y exigió una disculpa, mientras que en Argelia el Alto Consejo Islámico denunció una "campaña" contra los musulmanes. También hubo manifestaciones de protesta frente a la embajada de Francia en Bagdad.
dme