A pesar de que Hamás e Israel firmaron un acuerdo de alto al fuego, después de dos semanas de ataques constantes que dejaron más de 240 muertos en la frontera de Gaza y 12 muertos en Israel, la población sigue enfrentando el miedo de más enfrentamientos.
Palestinos e israelíes no son los únicos afectados, aquellos que han decidido vivir en Israel por diversas razones también enfrentan estos temores, entre ellos mexicanos.
Muchos de ellos han formado toda una vida en Israel, tal es el caso de Ivone Eliasi, quien se encuentra en el país desde hace 21 años, ahí ha visto crecer a sus tres hijos y dice que no ve otra vida fuera de Medio Oriente.
A pesar de que los bombardeos continuos que presenciaron por casi dos semanas los tomaron de sorpresa, Ivonne afirma que ella y su familia ya saben cómo actuar ante este tipo de ataques, pero les frustra demasiado encontrarse de nuevo encerrados.
“Fue una situación muy difícil, porque salimos del coronavirus, mis hijos regresaron a la escuela y de repente regresamos a la situación de alarma (…) nos tocó de sorpresa, nos encontramos con otros vecinos (…) como mamá, a mí me da miedo de que si van a salir a la calle y les toca la alarma qué van a hacer, entonces están otra vez encerrados”, relató.
Durante los bombardeos, ella y su familia que radica en Kfar Saba, despiertan desde la 01:00 horas cuando suenan las alarmas para encontrarse en los refugios con sus vecinos. Todos en pijama deben de esperar “unos minutos”, hasta que terminen las sirenas, para poder regresar a su casa.
Esta vida es casi rutinaria para la familia de Ivonne, pues ella llegó a Israel en el 2000, cuando surgió la segunda llamada Intifada, o rebelión del pueblo palestino contra el estado de Israel.
“Yo llegué en junio del 2000 y en septiembre empezó todo esto, era algo muy feo, no sabías si tomabas un autobús, iba a subir alguien e iba a explotar, si ibas a comprar algo y también. Me ha tocado la segunda intifada, la segunda guerra del Líbano, todo el país vive en tensión, no importa si es en el norte, sur, todos estamos afectados”, condena.
Con todos esos años entre guerras y enfrentamientos diplomáticos y religiosos, Ivonne afirma que como madre de tres menores de edad debe de tener calma para no transmitirle ese miedo, seguir las medidas y esperar que “no te toque”.
“Es una situación triste, pero ya quisiéramos regresar a la normalidad de Israel , en donde los niños salen, no hay ningún problema, no hay secuestros, no hay asaltos, esperemos que pronto toque ya”, comentó con esperanza.
Así como Ivonne, Samuel Roberto lleva 11 años en Israel. Él trabaja en el tema de los seguros hospitalarios y a pesar de que también vivió de ese lado el conflicto de 2014, que dejó más de mil personas muertas en ambos lados. Afirma que las detonaciones de este 2021 las escuchó mucho más fuertes.
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“Se han acercado más a la zona en donde vivimos, prácticamente es lo mismo, el tema preocupante son los levantamientos de los ciudadanos árabes en las ciudades mixtas, según lo que he escuchado en las noticias, eso no pasaba desde hace 20 años”, aseguró.
Para él y su familia ya existía una cierta normalidad entre árabes y judíos en Israel, la cual se vio interrumpida por los recientes ataques cuando el 7 de mayo estalló el enfrentamiento de la mezquita de Al-Aqsa, uno de los lugares más sagrados del Islam.
Según medios internacionales, fue hace unas semanas, cuando estalló la violencia entre judíos y árabes israelíes en la mayor parte de las ciudades con población de origen palestino, lo que provocó que se decretara un estado de emergencia en la ciudad de Lod, pues dejó un saldo de decenas de heridos y cerca de 400 detenidos.
Samuel y su familia también siguen todas las medidas de seguridad que el estado les recomienda; destaca que se sentían algo liberados con las pocas restricciones que quedaban con la pandemia del covid-19.
“Yo en lo particular procuro hacer mi vida normal, si tengo que salir o comprar algo, lo hago (…) es sólo saber los protocolos militares”, dijo.
Por su parte, Susana Corona, quien es la actual chef del embajador de México en el país de Medio Oriente, cuenta que en la década que lleva en Israel ésta es la primera vez que siente un conflicto con esta “gran intensidad”, ahora ella vive con incertidumbre, miedo y cansancio.
“A pesar de las sirenas y la situación, aquí en Israel la vida sigue, aunque las sirenas suenen en la noche, nosotros nos despertamos, nos refugiamos y volvemos a dormir y a la mañana siguiente seguimos con la vida normal, entre el trabajo, las noticias, es un poco estresante”.
Estos tres padres de familia mexicanos han pasado noches en vela esperando que sus familias se encuentren protegidas, y aunque los conflictos entre Israel con Palestina llevan décadas enteras, ellos afirman que este miedo nunca se va.
A pesar de que los dos bandos han decidido poner un cese al fuego que llevaba 11 días y terminó con la vida de 240 personas en Gaza, entre ellas mujeres y menores, y 12 en Israel, el viernes 21 de mayo de 2021 se generaron más disturbios en Jerusalén que especialistas destacan podría ser un punto de quiebre en esa despedazada relación bilateral.
“Es difícil dormir con tranquilidad, nos quedamos esperando la próxima alarma”, lamentó Susana.
DMZ