La madrugada del lunes 25 de noviembre, Carlos Alberto Golles Juárez, un vigilante de 31 años, fue brutalmente asesinado mientras cumplía con su labor en la discoteca Goeh. El ataque fue presenciado por varios testigos en la comunidad de Sullana en Perú.
Según relatos de testigos, un individuo vestido con un suéter blanco se acercó al vigilante y le disparó sin previo aviso en repetidas ocasiones. Recibió impactos de bala en la cabeza, el tórax y el muslo.
Su pareja, quien estaba presente en el momento del ataque, lo trasladó de inmediato al hospital de Apoyo II-2. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos médicos, Golles falleció debido a la gravedad de sus heridas.
La familia de Carlos Golles, quien dejó a su esposa embarazada de su tercer hijo y a dos menores en la orfandad, exige justicia y que el caso no quede impune. La abuela de la víctima también ha solicitado que se haga justicia y ha señalado la importancia de que el menor sea juzgado como adulto por el crimen.
Menor vinculado a organización criminal
Las cámaras de seguridad de la discoteca captaron el momento del crimen. La policía peruana detuvo rápidamente a un menor de 14 años, identificado como S.J.R.L., y señalado como el presunto autor del homicidio. En el momento de su captura, el joven tenía en su poder una pistola Glock 25, utilizada en el ataque, así como un teléfono celular.
Así capturaron al adolescente:
Las primeras investigaciones indican que el menor detenido podría estar vinculado a la organización criminal Los Augutos, conocida en la comunidad de Sullana por su violencia.
Actualmente, el adolescente permanece bajo custodia en la sede de la División de Investigación Criminal (Depincri), enfrentando cargos de homicidio y posibles conexiones con actividades ilícitas en la región.
El arma utilizada en el asesinato previamente fue reportada como perdida desde enero de 2020, ésta pertenecía a un policía de la comunidad peruana de Huamanga en Ayacucho.
Este detalle añade una capa adicional de gravedad al caso, subrayando los problemas relacionados con la seguridad y la disponibilidad de armas en manos inadecuadas.
Confesión del crimen
De acuerdo con información policial, el menor arrestado confesó el crimen. Dijo haber sido contratado para asesinar a Golles, aunque no tiene conocimiento de quién fue su contratante.
Momentos del arresto:
"Con total frialdad ha dicho que sí, que él ha disparado sin mostrar remordimiento alguno", contó una fuente policial que participó en la diligencia.
Cabe señalar que, tras el ataque, los agentes policiales del Grupo Terna, que realizaban patrullajes en la zona, implementaron el Plan Cerco, lo que resultó en la rápida detención del menor. Las autoridades continúan con las investigaciones para desentrañar los detalles y circunstancias que llevaron a la muerte de Carlos Alberto Golles Juárez.
YRH