Mexicano evacuado llevaba dos días en Sudán cuando estalló el conflicto: "es mala suerte"

Este miércoles vuelve a México, deseando ver a su familia (que vive en Estados Unidos), amigos y compañeros”. No sabe si algún día volverá a Sudán.

Iván Ortiz Monasterio, uno de los cinco evacuados de Sudán | Especial
José Antonio López
Madrid /

Iván Ortiz Monasterio, de 64 años, es uno de los cinco mexicanos evacuados de Sudán en un avión del gobierno de España, que llegó a Madrid. Es ingeniero agrónomo y el conflicto que se vive en el país africano le sorprendió cuando apenas tenía dos días de visita por trabajo en la capital (Kartum). 

“Sí, es tener mala suerte. Me lo tomo como una muy mala experiencia, aunque ya dice el refrán que lo que no te mata te hace más fuerte”, expresó en entrevista con MILENIO, en las oficinas del Consulado de México en la capital española, donde reconoció que tiene muy claro que: “Estoy aquí gracias a las Acciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores y al gobierno de España”.

Iván, que reside en Ciudad Obregón, viajó desde México directamente a Sudán, trabaja en Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, su empresa le encomendó hacer estudios similares a los que había hecho en Etiopía respecto a cómo incrementar la producción de trigo y cómo transferir las nuevas tecnologías más rápidamente.

Pero al segundo día de su estancia laboral la vida le cambió por completo durante casi diez días, estaba en un país que no conocía y en el que había estallado un conflicto armado.

Contó que cuando venían de camino de hacer la primera entrevista con profesionales de su sector, su acompañante, un sudanés, recibió la mala noticia de que se había desatado el conflicto, que ahora mismo tiene en jaque a Sudán, donde hay enfrentamientos armados que se disputan el control del país.

“Le dijeron que había un problema muy serio y que buscáramos inmediatamente un lugar seguro para alojarnos. Afortunadamente estábamos cerca de la casa de esta persona y nos fuimos directo allí”, expresó Iván.

El primero de los nueve días de encierro se escucharon muchos disparos y bombas. Todo era incertidumbre miedo, había problemas de comunicación e Internet muy de vez en cuando. El problema empezó cuando los paramilitares empezaron a acercarse a la casa-refugio. “Un día estaban a 12 kilómetros y después a seis. Entonces teníamos que movernos”.

“Inmediatamente, mi empresa se puso en contacto con la Secretaría de Relaciones Exteriores para explicarle mi situación. Después recibí un correo de la Embajada de México en El Cairo en el que me informaron de la apertura de un grupo de chat de los mexicanos que estábamos en la misma situación”, expresó.

Pese a los problemas de comunicación, Iván nunca perdió el contacto con la Cancillería que en determinado momento le explicó que el gobierno de España había invitado a los mexicanos a refugiarse en la residencia del embajador español, que habría una evacuación en un avión militar del país europeo y que podría subirse el que lo deseara.

La odisea para salir de Sudán

El problema para el ingeniero capitalino fue que estaba muy lejos de la Embajada de España en Sudán y llegar hasta allí era muy complicado, hasta que la Embajada de El Cairo le informó que había una persona que se dedicaba a ello.

 “Vi la luz, porque incluso mi empresa contactó con tres compañías de seguridad que se negaron a llevarme porque era muy peligroso”. 

Iván estaba en contacto con una mexicana que ya estaba en la Embajada española, y le avisó que se apurara porque estaban a punto de salir rumbo al aeropuerto.

“La persona que me iba a llevar se retrasó dos horas y pensé que ya no llegaba. Me comunique a la Embajada española y me explicaron que tenía que ir directo al aeropuerto, que me veían allí. Finalmente, llegué y me uní a la caravana. Nos subimos al avión”, recordó.
 “Las horas de viaje fueron llenas de emoción, la mayoría de gente callada, aunque muchos que aparentemente se veían fuertes se echaron a llorar, una de ellas fue mi amiga”.

Ya en Madrid, les recibió el Ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, y el cónsul de México en España, Isaías G. Noguez Tinoco. Posteriormente los cinco evacuados fueron trasladados al Consulado, en la madrileña Carrera de San Jerónimo, donde se les organizó una sesión informativa para brindarles alternativas en cada caso dependiendo de cada uno.

“Se portaron excelente en la Embajada de México aquí en España. No se puede pedir más. Nos dieron todo el apoyo y se aseguraron de que encontráramos un sitio para hospedarnos”.

Emocionado, con la voz quebrada, Iván insistió en que lo que le pasó fue “tuve muy mala suerte y lo tomo como una muy mala experiencia”.

Este miércoles vuelve a México, ya tiene su boleto. Está deseando ver a su familia (que vive en Estados Unidos), amigos y compañeros”. No sabe si algún día volverá a Sudán.


BCS

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