La Secretaría de Salud alertó sobre la “falta de control de la tuberculosis” (TB) en México -considerada de las enfermedades bacterianas infecciosas más severas del mundo-, debido no sólo al incremento de los casos, que pasó de 20 mil 384 a 24 mil 037 (2021- 2022), sino también por la falta de insumos atrapados por “burocracia” en aduanas y de políticas homogéneas para acabar con el subregistro, otorgar tratamientos y efectuar estudios que rompan con la cadena de contagios.
“Podríamos decir que estamos mejor que otros países. Si analizamos todos los indicadores, realmente, no estamos en un control de la tuberculosis, más hoy en día que tuvimos la actualización de la plataforma (2019), tenemos mejor cantidad de datos que nos permiten hacer un análisis más robusto y ver que, realmente, hemos bajado la guardia”, explicó Fátima Leticia Luna López, directora de Micobacteriosis del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
Luna López subrayó que este incremento de casos resulta preocupante porque no se está haciendo búsquedas epidemiológicas intencionales para captar pacientes, sino que llegan y algunos con varios años de retraso en la atención oportuna.
En el país, explicó, existe un el severo problema de subdiagnóstico de enfermos. “México deja de notificar dos casos por año de tuberculosis” y las estadísticas pueden ser mayores ya que una persona tiene más de tres contactos. “Yo, Fátima, tengo más de 20 y a esos 20 se debe de dar seguimiento”.
La especialista se valió de los datos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre lo que el país debe de reportar y realmente captar para romper con la cadena de contagios y lograr una real contención.
México, en 2019, debió notificar, de acuerdo con la OMS, un 29 mil casos y solo informó de 22 mil 285 (76.8 por ciento); en 2020, 30 mil afectados y sólo notificó 16 mil 752 (55.8%) y en 2021, alrededor de 31 mil y solo captó a 20 mil 382 (65.7%).
“De acuerdo con las estimaciones que hace la OMS, lo que nosotros estamos dejando de notificar, considerando diagnóstico, tratamiento y estudios de contactos, son dos casos por años y son los que perpetúan la cadena de trasmisión.
“Si nosotros estamos dejando de notificar en promedio dos casos por año y sabemos que el 80% de las tuberculosis que hay en México notificadas son de presentación pulmonar y son las que nos perpetuar la cadena de transmisión porque estoy expulsando bacilos, y sabiendo que es una enfermedad crónica, infecciosa crónica, pues tengo todo un mar de personas que sigue teniendo la tuberculosis y que no lo sé identificado, que siguen transmitiendo la enfermedad”, añadió.
México, como otros países del mundo, se comprometió en el 2030 lograr la eliminación de la TB, pero de acuerdo con la especialista, al país le “falta” capacitación técnica y operativa” para dar seguimiento a cada paciente y a la totalidad de sus contactos; lograr adherencia terapéutica, sobre todo, entre sectores de bajos recursos y evitar resistencia, recaídas y reingresos.
Y detener la mortalidad sigue siendo una pendiente. Solo en el 2018, en el país se registraron bajo esa causal mil 800 muertes por tuberculosis y sus secuelas, el 90% de estas muertes fueron por TB pulmonar (Instituto Nacional de Salud Pública).
Pero se estima que, en el país, en promedio, una persona muere de tuberculosis cada cuatro horas, y cada dos horas se detecta un caso de esta enfermedad.
El subregistro impide tener todos los datos del impacto de la enfermedad, coincidieron expertos reunidos en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (Iner), donde se lleva a cabo talleres de actualización por el Día Mundial de la Tuberculosis.
Luna López también refirió que en 2022 se identificaron 588 casos de pacientes que, lamentablemente, jamás fueron tratados y contrajeron las cepas resistentes de TB.
“Hay estados con alta carga, como Nuevo León, que ya hay trasmisión comunitaria” porque estos enfermos resultan difíciles de adherir y manejarlos requiere de más recursos, por lo tanto, siguen contagiando al estornudar y toser.
Hay casos de pacientes, dijo, que tomaron todo el tratamiento, pero al final no se les hizo el estudio clínico basados en una basiloscopía que identifica la actividad del microorganismo Mycobacterium tuberculosis.
Un caso no controlado, aseveró, puede contagiar a menores y causarles TB Meníngea, afectando no solo pulmones sino cerebro, causando compromiso del estado de conciencia (estupor y coma), convulsiones y neuropatía craneal por lesión meníngea en la base del cráneo. En el país hay 39 identificados.
“Entiendo el tema del desabasto, pero TB Meníngea fue contacto de un paciente con afección pulmonar. ¿Qué pasó con el estudio de contacto? Como no estaba en la casa de ese paciente, entonces no se le detectó ni se le dio terapia. Los afectados son los menores de 5 años y estos se va a seguir viendo en los siguientes 5 años”, aclaró.
“Hay una razón del porqué debe darse este seguimiento mensual, por lo menos 6 veces al mes, ¿cómo es posible que estemos terminando tratamientos sin las basiloscopías? Entiendo que no tenemos el recurso. Hoy, en el catálogo de Insabi, no están los insumos de laboratorio” explicó.
“Nosotros compramos por Fondo estratégico cartuchos Xpert para hacer la basiloscopía, y claro necesitamos plataformas habilitadas. Pero Xpert nos sirve para el diagnóstico, por ahí les llegaran (los cartuchos) a sus entidades, solo que nos permita Cofepris que salgan de la aduana. Tenemos dos meses por ahí. No es asunto de nosotros. La burocracia, a veces, se convierte difícil en cuanto a ser gerencia”, aclaró.
Luna López también subrayó que este incremento de casos resulta preocupante porque no se está haciendo búsquedas epidemiológicas intencionales para decir que se tienen más diagnósticos y pacientes localizados.
De hecho, la ponente llamó la atención sobre el severo subdiagnóstico de enfermos, “México deja de notificar dos casos por año de tuberculosis” y las estadísticas pueden ser mayores ya que una persona tiene más de tres contactos. “Yo Fátima tengo más de 20 y a esos 20 se debe de dar seguimiento”.
En los Centros de Salud, comentó, hay casos de persona atendidas por años que jamás han sido diagnosticadas con TB. “No hay búsquedas intencionadas, cuándo hemos visto que haya un mensaje de tuberculosis en la televisión, me acuerdo se sarampión, algunos de cólera en las semanas de vacunación, pero no recuerdo campaña alguna de tuberculosis en México”.
Y sucede que, entonces, la persona seguirá tosiendo y contagiando, tomando antibióticos innecesarios. “Un paciente con EPOC y con Covid no está exento de tener coinfección con tuberculosis”.
Existe un contagio alarmante, recordó, en los centros penitenciarios donde un interno puede estar contagiado, no es estudiado ni atendido, y en la visita afectar a la familia. “Hay, alrededor de 9 mil 296 casos probables y la población de personas privadas es de 228 mil 530”.
Los estados con mayor carga de enfermos con TB son: Baja California, Sonora, Sinaloa, Guerrero y Tamaulipas; mientras que los estados de México, Tlaxcala, Zacatecas, Michoacán y Aguascalientes.
“Baja California y Sonora tienen incidencias parecidas a lo que veíamos en el siglo pasado a pesar de la inversión”.
Los grupos afectados es la población activa, de los de 20 a 64 años con 76.6 por ciento; mayores de 65 años con 15 por ciento y de uno a 14 años, 8.4 por ciento. Los casos se registran, principalmente, en hombres con 63 por ciento, es decir, 6 de cada 10.