Tras suspender por segunda ocasión una caminata espacial del equipo Roscosmos, la tripulación utilizó un brazo robótico para inspeccionar la cápsula dañada.
Funcionarios de la agencia espacial atribuyen la fuga de refrigerante, que detuvo la operación el pasado miércoles, al impacto de un micrometeorito.
Sin embargo, tanto Roscosmos como la NASA dicen que el problema no representa ningún peligro para la tripulación.
Se espera que a finales de año puedan decidir los próximos pasos para reparar la fuga de refrigerante.
Por otra parte, Sergei Krikalev, director de los programas de vuelos espaciales tripulados de Roscosmos, dijo que la fuga podría afectar el rendimiento del sistema de refrigeración y la temperatura en la sección del equipo de la cápsula.
Entre las opciones a descartar se encuentra acelerar la entrega de otra cápsula Soyuz a la estación espacial para que algunos de los siete tripulantes que ahora están en la estación espacial regresen a casa.
La fuga fue detectada el pasado miércoles, cuando los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin estaban a punto de aventurarse fuera de la estación en la caminata espacial.
Los especialistas en tierra vieron una corriente de fluido y partículas en un video en vivo desde el espacio y decidieron dar marcha atrás con la misión.
aag