El gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) consumará este mes la renovación de sus principales líderes y, de cumplirse el deseo oficial, el presidente Miguel Díaz-Canel reemplazará a Raúl Castro y podría convertirse en el hombre más poderoso en la estructura de mando en la isla.
El cambio se espera para el próximo congreso del PCC, contemplado del 16 al 19 de abril, el cual también se espera saber cómo se llevará a cabo debido a la pandemia del coronavirus.
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Para algunos expertos, Díaz-Canel, quien tiene 60 años, llegará muy desgastado a lo interno y sin perspectiva clara de cómo serán las relaciones con Estados Unidos, siendo un hecho no menor debido a que, en lo que va de mandato de Joe Biden, no ha anulado ninguna de las 250 sanciones impuestas a Cuba por la anterior administración de Donald Trump.
Con más de mil millones de pesos invertidos en tratamientos gratuitos y el desarrollo de cinco vacunas contra la covid-19, Cuba padece desde finales de 2019 una aguda falta de liquidez y productividad que el gobierno trata de sobrepasar mediante la mayor reforma económica emprendida en medio siglo, pero sin resultados de magnitud hasta hoy y con un alto impacto social por el incremento del costo de la vida.
“Esa reforma contiene errores en el diseño (centralizado) de precios y una apreciación no realista de las condiciones de producción del país (...) De las 358 entidades estatales que operan en el sector agropecuario de Cuba, el 44 por ciento resultó irrentable al cierre de enero pasado”, sostuvo el doctor en Ciencias Económicas, Pedro Monreal.
Hace tres años, al entregarle a Díaz-Canel la presidencia del gobierno y el estado, Raúl Castro dijo que él era “el único sobreviviente” de los jóvenes que se preparaban para asumir el liderazgo de la nación, y agregó el deseo de que “cuando yo falte pueda asumir esa condición de presidente de los consejos de Estado y de Ministros y primer secretario del PCC”, aspiración que hasta el momento no ha variado.
Según datos oficiales, el promedio de edad de todos los dirigentes del partido es de 42.5 años; el 76.5 por ciento lleva menos de cinco años en sus cargos y con más de 10 (tiempo límite), solo el 6,9 por ciento, concentrado en el nivel (de mando) nacional.
La estructura de poder
Fidel Castro, quien se retiró en 2006 de la vida pública y falleció en 2016, y su hermano Raúl, dirigieron los destinos de Cuba luego del triunfo de la revolución en 1959. Cuando este último entregue la dirección del PCC, se habrá consumado el cambio generacional que viene ocurriendo paso a paso desde hace más de una década.
Según la estructura de mando en la isla, sin comparación con los esquemas vigentes en otros países de América por su sistema de partido único, al primer secretario del PCC, responsabilidades que asumieron primero Fidel y después Raúl, se han subordinado desde las presidencias del gobierno y del estado, hasta los altos mandos militares.
“Cuba ha sido un país dominado por hombres fuertes”, opina el académico Arturo López-Levy. De ahí que tanto diplomáticos y politólogos como cubanos de a pie coincidan en afirmar que “Raúl ha tenido siempre la última palabra en las decisiones de Díaz-Canel en el gobierno y probablemente la tenga mientras la salud lo acompañe cuando entregue la dirección del PCC”.
“Los hombres de las hamacas”
Para el cronista cubano Ángel Tomás González (1946-2019) hasta 2006, “los hombres fuertes de Cuba durmieron en hamacas al igual que Fidel y Raúl en los tiempos de las guerrillas”. Y seis de ellos todavía integran el Buró Político (BP) del PCC, principal instancia de dirección colegiada del país.
El buró de 17 miembros lo encabeza Raúl Castro (cumplirá 90 años en junio), como Primer Secretario del PCC y tiene de segundo al mando al comandante de las guerrillas José Ramón Machado Ventura, 90 años.
Lo componen además el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés (88 años), único sobreviviente junto con Raúl en el BP del asalto al cuartel Moncada (1953), considerado el inicio de la revolución, y del desembarco del yate Granma (1956). También los integran los ex guerrilleros ahora generales Leopoldo Cintra Frías, Ramón Espinosa y Álvaro López Miera, ministro, viceministro y jefe de estado mayor de las fuerzas armadas respectivamente, con edades que oscilan entre 77 y 83 años.
El segundo cambio de trascendencia, por tanto, se espera con las jubilaciones de Machado Ventura, a quien suele identificarse con el sector duro dentro del PCC, y de Valdés, quien es además vice primer ministro. Pero habrá que esperar a la composición definitiva del BP, mantenida en silencio hermético hasta hoy, para evaluar cómo serían las relaciones entre el futuro jefe del PCC y su segundo al mando, así como con los “hombres de las hamacas” que pudieran quedar al frente de las fuerzas armadas.
OMZI