El presidente Miguel Díaz-Canel dijo hoy que la crisis de gasolina que tiene revueltos a los automovilistas en Cuba desde hace unas tres semanas se debe a incumplimientos de proveedores extranjeros.
Interrogado por medios nacionales, el mandatario dijo que “los países que tienen con nosotros determinados compromisos para suministrarnos gasolina a partir de los convenios que tenemos han estado también en una situación energética compleja y no han podido cumplir esos compromisos”.
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Este es el primer pronunciamiento del gobernante desde que comenzó la nueva crisis, por la cual muchos cubanos se han visto obligados a dormir en sus autos durante dos o tres días a la espera de que sirvan gasolina o diésel en los servicentros del país.
Díaz-Canel agregó que la situación actual “ha ocasionado, que de un consumo entre 500 y 600 toneladas diarias de gasolina que el país requiere diariamente, en estos momentos estamos con cobertura de menos de 400 toneladas diarias para todas las actividades del país”.
Lo dicho por el gobernante fue reproducido por la televisión estatal como adelanto del pronunciamiento oficial sobre el mismo asunto previsto para la noche de hoy.
“Menos mal que dicen algo, porque yo llevo cuatro días haciendo colas y ni los pisteros (expendedores de gasolina) saben si descargarán o no el combustible”, dijo a MILENIO Ramiro Fernández, de 72 años, quien con su esposa de la misma edad estaba este medio día en angustiosa espera.
La situación es tan compleja, que ayer se dio hasta un incidente con intervención de la policía en uno de los servicentros del oeste de La Habana entre un diplomático ruso asignado a la isla y los cubanos en fila, cuando exigió más diésel del establecido para los carros de esa dependencia.
Según Aurelio Pedroso, quien presenció el altercado por estar en la cola de automovilistas, el diplomático empleó entre sus argumentos que el combustible que se estaba utilizando en Cuba venía de su país.
Pedroso dijo que después de más de media hora de intercambios “un empleado de la gasolinera, bien entendido en el idioma ruso, logró convencer al beligerante y acordar 30 litros para cada carro (…) al igual que para el resto de los cubanos”.
Venezuela y Rusia, principales aliados de la isla y también bajo sanciones de Estados Unidos, son los mayores suministradores de crudo del país caribeño.
En este contexto crítico, al menos en La Habana se ha disparado la venta en negro de gasolina. En estos momentos, 20 litros de gasolina especial, que normalmente cuestan 600 pesos, se venden en cinco mil pesos.