El vicepresidente estadunidense Mike Pence pidió a las Naciones Unidas que reconozca a Juan Guaidó como el legítimo presidente de Venezuela, y aseguró que Estados Unidos seguirá presionando al país sudamericano para lograr una transición a la democracia, aunque “todas las opciones siguen sobre la mesa”.
“Este Consejo de Seguridad se ha negado a actuar”, dijo Pence durante una reunión del consejo. “Es hora ya de que las Naciones Unidas actúen y de que el mundo apoye al pueblo de Venezuela”, agregó.
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El vicepresidente destacó además que la ONU debería revocar las credenciales del embajador venezolano ante el organismo, Samuel Moncada.
“Con todo el respeto usted no debería estar aquí”, le dijo Pence a Moncada, quien estaba presente en la sala. “Debería usted regresar a Venezuela y decirle a (el presidente Nicolás) Maduro que se vaya”.
La reunión del Consejo de Seguridad para hablar de la crisis humanitaria en Venezuela fue convocada por Estados Unidos. Es el tercer encuentro que el Consejo realiza sobre el país sudamericano tras una primera organizada en enero y otra en febrero.
Pence destacó durante su discurso que Estados Unidos está preparando una resolución para que el Consejo reconozca a Guaidó como el legítimo líder del país y pidió a sus miembros que voten a favor del documento. También dijo que Estados Unidos anunció 60 millones de dólares adicionales en asistencia humanitaria para Venezuela.
El vicepresidente señaló que los recién nacidos mueren en el país sudamericano debido a carencia de cuidados básicos y los niños mueren de hambre “bajo la mano opresora” de Maduro.
“Los ladrones en Venezuela no roban bancos. Roban restaurantes para lograr comida”, dijo.
También criticó a países como Rusia e Irán, aliados de Venezuela, y destacó que el ejército cubano entrena y apoya a la policía secreta venezolana, mientras Estados Unidos se esfuerza en enviar ayuda humanitaria para los venezolanos que la necesitan.
Mark Lowcock, subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, dijo al inicio de la reunión que siete millones de personas en Venezuela necesitan asistencia humanitaria, lo que representa un 25% de la población.
Señaló que hay gente necesitada en todo el país, pero sobre todo en el sur y los estados de Zulia y Lara en el oeste. Los más vulnerables son las mujeres embarazadas que amamantan, gente con problemas crónicos de salud, niños menores de cinco años, indígenas y gente con discapacidades, dijo Lowcock.
El funcionario pidió más apoyo y más dinero para ampliar programas humanitarios en el país y también pidió que se despolitice el asunto de la ayuda humanitaria.
“La asistencia debe ser entregada basándose tan sólo en la necesidad que existe”, dijo.
En tanto, la organización Human Rights Watch e investigadores de la escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins pidieron a los miembros del Consejo de Seguridad que exhorten al secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres a declarar formalmente la situación de Venezuela como de emergencia humanitaria. Según ambas organizaciones la situación en el país “es tan seria” que requiere una rápida movilización de recursos por parte de la comunidad internacional con el objetivo de aliviar el sufrimiento del pueblo venezolano.
El embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, dijo a los medios de comunicación antes de la reunión que Estados Unidos está “organizando un golpe de Estado” en Venezuela. “Nos oponemos a la politización de la ayuda humanitaria”, destacó.
jos