Erik Edge, un joven de 17 años, perdió la vida en junio de este año en Spokane Valley, Estados Unidos, debido a una reacción adversa a la anestesia que no fue manejada adecuadamente por el cirujano oral y maxilofacial Bryan W. McLelland. Según el bufete de abogados Luvera, el cirujano no respondió a tiempo a la emergencia, lo que resultó fatal para el adolescente.
El 9 de diciembre, los padres de Erik, Mark y Sara Edge, presentaron demandas por negligencia médica contra McLelland y la clínica Liberty Oral & Facial Surgery en Spokane Valley, donde se realizó el procedimiento. La familia dio a conocer el caso en un comunicado de prensa que emitió a través del portal de Business Wire.
Durante el procedimiento, McLelland actuó tanto como cirujano como anestesiólogo, lo que resultó en la falta de respuesta adecuada cuando las vías respiratorias de Erik se cerraron después de administrar la anestesia. Según la denuncia, el personal de la clínica no estaba preparado para brindar la atención vital necesaria, lo que condujo a la muerte de Erik.
"La seguridad del paciente siempre debe ser la máxima prioridad", declaró George Ahrend, uno de los abogados representantes de la familia. "En casi todas las cirugías, es una práctica estándar que la anestesia sea administrada por un profesional dedicado exclusivamente a monitorear al paciente. Cuando un cirujano divide su atención para aumentar sus ganancias, se abren puertas a riesgos innecesarios que pueden llevar a tragedias como la de Erik".
¿Cómo fue la reacción a la anestesia?
Tras administrarle la anestesia al joven Edge, sus vías respiratorias se cerraron y no hubo un anestesiólogo que monitoreara sus signos vitales para responder adecuadamente.
"Como padre, confías en que un profesional médico puede realizar de manera segura un procedimiento de rutina como la extracción de muelas del juicio, y descubrir que el Dr. McLelland estaba realizando múltiples tareas con fines de lucro solo aumenta nuestra angustia", dijo Sara Edge, la madre de Erik. "Nuestro hijo perdió la vida en una tragedia completamente evitable, y nuestra familia nunca volverá a ser la misma. Pero estamos comprometidos a hablar y plantear estos problemas de seguridad para que otras familias puedan tomar decisiones informadas. Los padres deben ser conscientes de que esto podría sucederle a su hijo. Más personas hablando de esto y difundiendo la conciencia será el catalizador para el cambio".
Entrevista a un paciente de la clínica de McLelland:
La demanda acusa a McLelland de fungir como cirujano y anestesiólogo con el fin de obtener mayores ganancias con el procedimiento, omitiendo a sus pacientes que él se encargaría de ambas tareas.
No hay ganadores en el caso
Con la demanda al médico y a la clínica, la familia busca crear conciencia sobre estos riesgos para evitar futuras tragedias similares.
"No hay ganadores en un caso como este", dijo Ahrend, quien enfatizó que el objetivo de la familia Edge es la responsabilidad y la seguridad. "El sistema legal puede ayudar a descubrir la verdad y arrojar luz sobre prácticas de seguridad cuestionables que deben mejorarse. Es un paso para prevenir futuras tragedias como esta".
YRH