Una mujer fue arrestada en Sevilla, España, y se encuentra en prisión tras matar a su hijo, un bebé de cuatro meses, por un golpe en la cabeza y asfixia. El trágico suceso ocurrió a finales de julio, sin embargo, no se había divulgado hasta ahora porque, en una primera instancia, no se habían observado signos de violencia en el cuerpo del bebé.
Días después fue que la mujer confesó ante la Policía Nacional que había matado a su hijo porque “no paraba de llorar”. Ingresó en prisión el pasado 2 de agosto. Mencionó su arrepentimiento por lo que hizo, además de confesar que también había estado bebiendo dos litros de cerveza en el momento de lo ocurrido.
Tras su confesión, fueron confirmadas las lesiones que ella asegura haberle provocado al lactante, esto por medio de los resultados de la autopsia practicada al cadáver.
La investigación del caso continúa abierta con el fin de develar resultados de un nuevo informe forense, y es que, se busca determinar las causas exactas de la muerte del niño.
Fuentes judiciales le confirmaron al Diario de Sevilla, un medio local, que la mujer fue detenida por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Sevilla el primero de agosto; fue puesta a disposición del juzgado de Guardia al día siguiente, quienes ordenaron su ingreso a prisión provisional, y sin fianza. El caso lo lleva el juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla.
¿Qué sucedió con el bebé?
El 27 de julio, el Hospital Virgen del Rocío certificó la muerte del bebé. Fue en un piso de alquiler, compartido con otras personas, donde ocurrió el hecho trágico. Ubicado en el barrio de San Jerónimo, la madre se quedó al cuidado del niño mientras el padre se encontraba trabajando.
Ella contactó a su marido por teléfono para comentarle que el bebé no reaccionaba, el hombre le dijo que lo llevará al médico. Sin embargo, avisó a una vecina suya, quien llamó al servició de emergencias.
El Instituto de Medicina Legal de Sevilla se encargó de realizar la autopsia. Los resultados preliminares señalaron que la causa de muerte fue un hematoma subdural agudo, que podría ser origen traumático, es decir, por un golpe; también tenía una hemorragia subaracnoidea.
El Grupo de Homicidios, por su parte, averiguó que el infante había nacido prematuro y que estuvo en la (Unidad de Cuidados Intensivos) UCI, durante aproximadamente un mes. Tras ser dado de alta, el menor recibió revisiones médicas, sumado a revisiones de servicios sociales de un centro de salud.
Estos últimos, indicaron, que, en mayo, había un “desinterés por parte del padre, que no acudía a las citas, y una despreocupación por el cuidado y estado del mismo por parte de la madre".
Los testigos, vecinos del lugar donde alquilaban el departamento, contaron que cuando llegaron los servicios de emergencias, el bebé "estaba frío y con los labios morados".
Confesión inesperada
La policía estaba a la espera de información complementaria de la autopsia. Sin embargo durante la tarde del primero de agosto, la madre del pequeño confesó vía llamada telefónica, haber matado a su hijo.
Golpeó al infante con la mano izquierda en el lado derecho de la cabeza, pues este no paraba de llorar, luego le apretó el cuello hasta que dejó de moverse. En ese momento fue detenida como presunta autora de un delito de asesinato.
La madre dijo a los agentes que "había matado a su hijo, que lo había ahorcado, que antes le había dado una cachetada porque no paraba de llorar y que quería confesar para que su hijo descanse tranquilo", para luego decir que "está muy arrepentida de lo que hizo y quiere que su bebé descanse en paz, por eso quiere confesar lo que ha hecho", según La Vanguardia.
También señaló que estaba cansada psicológicamente, pues su hijo llegó por sorpresa. Además, explicó que su marido desconocía sobre su confesión y el que estuviera con la policía.
YRH