Una mujer de 56 años murió por no ser diagnosticada con cáncer de pulmón; los médicos le habían determinado una lumbalgia, que fue tratada con analgésicos.
De acuerdo al diario La Vanguardia, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia condenó al Servizo Galego de Saúde (Sergas) por la muerte de la víctima, ya que, el cáncer lo descubrieron cuando le practicaron la autopsia.
La familia de la mujer será indemnizada con 20 mil euros por los hechos que ocurrieron en 2015, cuando la víctima fue a consultas de su médico de cabecera con un fuerte dolor lumbar y le recetaron analgésicos, antiinflamatorios y seguimiento pero no mejoró.
En una radiografía que se le hizo, no se apreciaban lesiones en los huesos, posteriormente no se volvió a realizar otra prueba de ese tipo. Después de cuatro visitas a urgencias en el hospital y otras en centros de salud, la mujer murió en septiembre en su casa.
Los jueces señalan que los médicos no hicieron las pruebas suficientes.
Los magistrados dicen que el resultado de la primera placa "debiera haber llevado a completar el estudio con otras técnicas más precisas, como pudiera ser un tac, para descartar otras patologías".
LG