En Alemania, Saskia Michalski y Marcin llevaban cuatro años casados. Su vida estaba dividida entre el trabajo, su relación y actividades recreativas. En una de estas últimas, la esposa de 28 años conoció a una mujer que enseñaba gimnasia. Ese fue el momento en que empezó su historia de poliamor.
Saskia conoció a la maestra Luli, de 29 años, en 2019, cuando pasaba horas en un gimnasio de Hamburgo. Comenzaron a hacerse amigas y pasar tiempo más allá del entrenamiento. Pero ambas, aunque tardaron en reconocerlo, descubrieron que se desarrollaba una conexión romántica.
Saskia decidió contarle a su esposo lo que sucedía y contó que, lejos de sorprenderse, Marcin se mostró comprensivo.
"Enfrenté una gran crisis de identidad cuando me enamoré de Lui", reconoció Saskia, quien es copropietaria de una compañía de medios. "Pensaba que solo podrías enamorarte de alguien nuevo si los sentimientos por tu pareja iban mermando o desaparecían, pero no fue así".
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"Amaba a Marcin tanto como al principio, y lo último que quería era perderlo, pero mis sentimientos por Lui estaban ahí de repente y no podía negarlos", agregó.
Saskia y Marcin coincidían en que eran una pareja feliz y se consideraban como monógamos. Después de conocer a Lui, intentaron iniciar una relación de poliamor.
No todo resultó sencillo. Saskia dijo que lloró mucho cuando enfrentó a Marcin para confesarle sus sentimientos. Él respondió que estaría feliz de que la maestra entrara a la relación.
Saskia y Lui comenzaron a salir y, semanas más tarde, todos decidieron llevar adelante la relación como un trío. Después de seis meses, se mudaron a un departamento juntos.
Marcin y la profesora se convirtieron en buenos amigos, mientras que Saskia alterna entre compartir la cama con cada uno de ellos por separado.
Si bien Marcin y Saskia comparten su apellido legal, Lui decidió adoptarlo como un "nombre artístico", ya que en la actualidad las leyes locales no permiten que lleve el apellido porque no está casada con ellos.
Los tres funcionan como un equipo, afirmaron a medios locales. Cambian el lugar donde duermen con regularidad, pero no viven según un calendario o reglas, indicaron. Los tres pasan casi todo el tiempo juntos.
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Además, ni Marcin ni Lui se consideran celosos. "No tenemos la sensación de que estamos compartiendo ningún amor. Es más como si todos pusiéramos nuestro amor en un gran recipiente y se convierte en algo más grande". "Es importante que no seamos dos relaciones en paralelo sino una familia".
Sin embargo, cuando se trata de las relaciones sexuales, aseguraron que nunca han estado los tres juntos. Saskia indicó que "Marcin y yo tenemos una vida sexual, mientras que Lui y yo tenemos otra. No hay vida sexual a tres bandas".
"La gente reduce nuestra relación con el sexo. Lo curioso es que ninguno de nosotros es muy necesitado ni prioriza mucho el sexo. Los abrazos, la amabilidad y los besos son mucho más valorados por nosotros".
Los tres quieren formar una familia y esperan que la gente sea más tolerante con su relación algún día, porque quisieran tener hijos en un futuro.
"Soñamos con envejecer juntos, criar hijos y nietos y algún día sentarnos en nuestro porche para contemplar una maravillosa vida familiar", dijo Saskia.
La familia suele compartir su vida en redes sociales, donde sus seguidores se enteran de lo que ocurre en su relación. Su relación, mencionaron, funciona sin hacer daño a nadie. Una frase lo resume: "Somos personas normales que nos enamoramos dos veces''.
ROA