Hanna Catton, de 24 años, tenía que someterse a una cirugía para extirpar un tumor cancerígeno de 20 centímetros que pesaba dos kilos después de contarle a los médicos sobre sus síntomas; sin embargo, uno de ellos le dijo antes que era sobrepeso.
La mujer es originaria de Faversham, Inglaterra, pero se mudó a Australia en 2019, hallando el tumor en 2021, ya que en ese tiempo había tenido síntomas como hinchazón, sensación de saciedad, periodos irregulares e infecciones en el tracto urinario, pero los médicos le dijeron que no tenía que preocuparse mientras sus síntomas seguían empeorando.
Antes de hallar el cáncer, en una de sus citas médicas, Hanna dijo que no la revisaron bien, "ella no palpó mi abdomen, y si se hubiera tomado el tiempo para hacerlo, probablemente había sentido que algo no andaba bien ahí", según el diario BBC News.
Indicó que la doctora le recomendó bajar de peso, lo cual no era apropiado, ya que ella no tenía sobrepeso, "estoy en bastante forma física".
En octubre del año pasado todo se complicó, pues los médicos dijeron que estaba pasando por un embarazo ectópico, pero las exploraciones mostraron que el tumor canceroso de 20 centímetros había reventado.
A esto, Catton hizo un llamado a las mujeres a crear conciencia sobre atenderse y solicitar pruebas adicionales, ahora, Hanna esta recibiendo quimioterapias, luchando contra la condición lejos de su familia, dice que han sido momentos difíciles y solitarios, luchando lejos de su familia debido a las restricciones de covid-19.
"Fue una conversación extremadamente difícil de tener con mis padres por teléfono, decirles que no sabía si iba a morir.
LG