El primer ministro israelí, Naftali Bennett, fue vacunado con una tercera dosis contra el covid-19, alentando a los ciudadanos a imitarlo, después de que el país expandiera la edad a 40 años para recibir la inyección de refuerzo y evitar el aumento de casos de coronavirus.
Según su oficina, Bennett, de 49 años, es el primer dirigente del mundo en recibir una dosis de refuerzo.
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"Al hacerse vacunar con una tercera dosis, podremos evitar un cuarto confinamiento. Vemos la gran efectividad de las vacunas, sin duda, y esta es la forma de acabar con el virus", dijo Bennett antes de ser vacunado en un hospital público en Kfar Saba (centro).
Tras registrar en los últimos días 8 mil nuevos casos diarios de contagios, el primer ministro dijo que "ahora estamos en el punto álgido de la batalla, podemos ganarla juntos. Está a nuestro alcance, pero aún no estamos ahí".
Para luchar contra la propagación del virus, el Ministerio de Salud decidió bajar la edad mínima a los 40 años para recibir una tercera dosis de vacuna, principalmente del gigante farmacéutico Pfizer/BioNTech.
El 13 de agosto, Israel había bajado la edad a los 50 años, a pesar del llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a no aplicar aún estas terceras dosis de refuerzo, con el fin de dejar más vacunas disponibles para los países pobres, donde la tasa de vacunación sigue siendo baja.
Bennett respondió que la administración de estas dosis en Israel -de nueve millones de habitantes- no afectaría las reservas mundiales y permitiría probar la eficacia de una tercera dosis.
En total, se han registrado más de 970 mil contagiados en Israel, incluidas más de 6 mil 700 muertes. Más de 5,4 millones de personas recibieron dos dosis de la vacuna, lo que corresponde al 58 por ciento de la población, y unos 1.2 millones una tercera.
LG