La activista y política nicaragüense Tamara Ávila denunció este miércoles ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) su situación de exilio y las represalias que su familia ha sufrido por parte del gobierno de Daniel Ortega.
Ávila, quien fue una de las 222 personas liberadas y expulsadas a Estados Unidos por el gobierno nicaragüense a principios de febrero, explicó a los estados miembros de la OEA cómo fue secuestrada e ilegalmente enjuiciada en su país.
"Mi testimonio no solo es mío, sino que es colectivo, porque muestra el odio con el que actúa la dictadura contra cualquiera que sea considerado opositor", aseguró la activista, quien se refirió a sí misma como feminista al inicio de su intervención.
Su familia, incluyendo a su hija de cinco años, permanece como rehén en Nicaragua, ya que el gobierno les ha impedido la salida y los vigila constantemente, según Ávila.
Esto coincide con el relato del ex precandidato presidencial Félix Maradiaga, quien también fue expulsado de Nicaragua en el mismo vuelo hacia Estados Unidos, y entregó un documento escrito a la comisión.
"A pesar de la voluntad de muchos gobiernos de darnos la bienvenida como refugiados políticos (...) el régimen de Ortega no está permitiendo que muchos familiares obtengan pasaportes, lo que los convierte en rehenes", señaló en su escrito obtenido por EFE.
En la sesión de este miércoles, la primera que la OEA celebra desde la llegada de los 222 expresos políticos a Washington, también intervino el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), órgano que declaró a Nicaragua en "permanente desacato" en noviembre del año pasado.
El presidente de la CorteIDH, el juez Ricardo Pérez, señaló que Nicaragua no ha adoptado "ninguna decisión" en línea con las medidas provisionales o las recomendaciones que la corte expuso.
"Quienes permanecen en Nicaragua se encuentran en un estado de desprotección absoluta", recalcó.
El pasado 29 de noviembre, la CorteIDH elevó a la Asamblea General de la OEA la situación de desacato de Nicaragua, que no cumplió en su momento las numerosas órdenes del organismo de liberar a 45 opositores encarcelados.
Entre los individuos mencionados en las medidas provisionales estaban tanto Ávila como Maradiaga, al igual que varios de los expresos expulsados a Estados Unidos.
Pérez recordó que, en respuesta a las órdenes de la CorteIDH, Nicaragua remitió 19 comunicaciones en las que manifestó su rechazo a esas medidas por considerar que seguían un "guion impuesto por Estados Unidos" e incluían una "narrativa parcializada".
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
MO