El gobierno de Nicaragua, liderado por Daniel Ortega, lanzó duras declaraciones contra España y su canciller, Arancha González, acusando a Madrid de aplicar injerencia en sus asuntos internos y de mostrar actitudes imperialistas contra el país centroamericano, el cual es cuestionado por la comunidad internacional tras el arresto a opositores al mandatario, especialmente a precandidatos presidenciales.
En una carta de cinco páginas dirigida a González, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua la acusó de hacer "ofensivas declaraciones" sobre el país y el presidente Ortega.
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"Mostrando una ignorancia atrevida y una ferocidad impropia para la diplomacia, la señora González se dirige al Presidente de un pueblo libre y soberano, con voz de alguacil, sin percatarse en su perorata delirante de trasnochada mandamás, que llevamos siglos sin dominio español", dice la misiva revelada anoche.
Al igual que Ortega el miércoles, la cancillería nicaragüense exigió a España "liberar a sus presos políticos" en referencia a los independentistas catalanes.
En las últimas semanas, el gobierno español, así como otros países y bloques como Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, han instado a Nicaragua a liberar a destacados líderes de la oposición que han sido detenidos en una represión generalizada por parte del gobierno de Ortega previo a las elecciones presidenciales de noviembre.
La policía nicaragüense arrestó a una veintena de opositores políticos, incluidos cinco precandidatos a la presidencia, antes de los comicios en los que el ex guerrillero sandinista de 75 años tentará un cuarto mandato consecutivo.
"Rechazamos el texto de la carta. No vamos a alimentar polémicas que distraigan de lo fundamental", dijo el domingo una fuente de la Cancillería española, que declinó ser identificada.
Además, agregó que "lo que está en cuestión es la gravísima situación de derechos humanos en Nicaragua y su impacto en el próximo proceso electoral. No nos vamos a distraer y seguiremos trabajando en ambos objetivos".
El conflicto diplomático representa un fuerte revés en las cordiales relaciones de los últimos años entre Nicaragua y el gobierno socialista del presidente español Pedro Sánchez.
OMZI