Sin misas en los cementerios debido a que presuntamente fueron prohibidas por la Policía de Nicaragua, miles de nicaragüenses acudieron este jueves con flores, coronas y músicas a los diferentes cementerios del país para conmemorar el Día de los Muertos.
Tradicionalmente los sacerdotes asistían a algunos camposantos de los 153 municipios nicaragüenses en donde oficiaban misa por los muertos y a petición de los fieles católicos se acercaban a las tumbas para rezar por algunos difuntos.
El cardenal nicaragüense y arzobispo de la capital, Leopoldo Brenes, oficiaba una misa en el cementerio general en Managua, sin embargo, esta vez fue notoria su ausencia, según constató EFE.
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¿Sacerdotes fueron amenazados con cárcel?
La investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina, autora del estudio titulado "Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?" y que da seguimiento a la situación de los sacerdotes en el país centroamericano, aseguró que los religiosos fueron visitados en la víspera por agentes policiales quienes les advirtieron que no podían realizar misas en los cementerios.
"El mensaje que dejaron fue que ninguno tenía permiso para celebrar misa en cualquier cementerio del país, sea público o privado, sino habría consecuencias de alteración al orden público y posterior encarcelamiento”, dijo Molina en un mensaje a través de su cuenta de la red social X.
Esa información fue confirmada por el sacerdote nicaragüense exiliado Uriel Vallejos, quien a través de un mensaje afirmó que "en muchas parroquias de Nicaragua, los párrocos fueron visitados por la policía sandinista, recibiendo la notificación que tienen determinantemente prohibido los actos litúrgicos en el día de la conmemoración de los fieles difuntos en los cementerios”.
La diócesis nicaragüense de León y Chinandega (noroeste), a cargo del obispo Socrates René Sandigo, había anunciado a través de sus redes sociales que conmemorarían a los fieles difuntos en el cementerio Guadalupe con un santo rosario y una eucaristía, y el afiche fue retirado de la página después.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua no se ha pronunciado de forma oficial sobre la prohibición de las misas en los camposantos.
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro del presidente Daniel Ortega y la esposa de éste, la vicepresidenta Rosario Murillo, tampoco ha confirmado ni negado que ordenaron prohibir las misas en los cementerios.
El pasado 19 de octubre, el exiliado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, dijo que las autoridades de su país "quisieran ver a la Iglesia encerrada", y que por esa razón encarcelan y destierran a los eclesiásticos, y prohíben las procesiones.
El presidente Ortega calificó como una “mafia” a la Iglesia, y ha declarado interrumpidas las relaciones con el Vaticano.
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Familias acuden a los camposantos con flores y coronas
Este jueves, Día de los Muertos, familias completas acudieron a los camposantos de Nicaragua para depositar flores sobre las tumbas, en coloridos ramilletes, coronas u otros recuerdos.
En algunos casos los nicaragüenses se hicieron acompañar de músicos, donde además de la comida, degustaron del buñuelo y de la sopa borracha, dulces empalagosos que consumieron al pie de las tumbas de sus seres queridos.
Los camposantos de Managua recibieron a los deudos que llegaban de manera concurrida a enflorar y limpiar las tumbas, sin embargo la mayor afluencia la tuvo el cementerio general, el más grande de la capital, donde reposan los restos de figuras reconocidas de Nicaragua.
La gente comía alrededor de las tumbas y compartía un momento de reunión familiar, otros oraban o rezaban, se tomaban selfies, mientras se realizaba la limpieza de la zona.
Las lápidas y altares fueron decorados con velas, fotografías, y en ocasiones, serenata de mariachis.
En todos los cementerios de la capital hubo mucho presencia y control policial, según constató EFE durante un recorrido.
Afuera de los cementerios, cientos de personas aprovecharon para ofertar flores y adornos, lo que provocó que se convirtiera en un pequeño mercado provisional.
MO