En un renovado impulso internacional, el gobierno de Nicolás Maduro junto con el bloque de la oposición reanudarán el viernes en México negociaciones sobre la crisis de Venezuela, tras 15 meses de interrupción que oxigenaron al chavismo.
La agenda se mantiene sin cambios: los opositores insisten en pedir un cronograma rumbo a elecciones presidenciales "libres", previstas para 2024, tras acusar a Maduro de conseguir la reelección fraudulentamente en 2018, mientras el gobernante exige levantar las sanciones que Estados Unidos impuso a la otrora potencia petrolera.
Pero analistas como el consultor político Pablo Andrés Quintero consideran que el contexto internacional, además de un debilitamiento de la oposición, han quitado "incentivos" para que Maduro ceda en las negociaciones.
La crisis energética que desató la guerra en Ucrania elevó el atractivo del crudo venezolano para Washington, al tiempo que la región experimenta un viraje político a la izquierda.
El reinicio del diálogo fue anunciado el miércoles por el presidente colombiano, Gustavo Petro, indicando que la ronda se extenderá hasta el sábado.
Maduro decide liberar recursos desde otras naciones bloqueados
El gobierno de Nicolás Maduro anunció este jueves que firmará con la oposición un acuerdo que liberará recursos de Venezuela bloqueados en el extranjero para financiar proyectos sociales, tras confirmarse la reanudación de negociaciones en México.
"Hemos acordado firmar en México" un acuerdo que establece "un mecanismo práctico, dirigido a abordar necesidades sociales vitales y atender problemas de servicios públicos, con base a la recuperación de recursos legítimos, propiedad del Estado venezolano, que hoy se encuentran bloqueados en el sistema financiero internacional", indicó la delegación de Maduro en un comunicado.
Los recursos, entre otras cosas, reforzarán el sistema público de salud y la deficitaria red de energía eléctrica y apoyarán la atención de la "emergencia" por lluvias que han provocado inundaciones y deslizamientos de tierras, explica el documento, divulgado en Twitter por el principal negociador del chavismo, Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, controlado por el oficialismo.
No se precisa el monto de los recursos bloqueados por sanciones financieras contra Venezuela que se pretende liberar. No se especifica tampoco cuál sería el rol de países que, como Estados Unidos, han impuesto medidas contra el país caribeño.
El proceso de negociación permanece suspendido desde octubre de 2021, cuando Maduro lo congeló por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, próximo al gobierno, acusado de lavado de dinero.
El comunicado de la delegación gubernamental espera que el acuerdo social "abra las puertas para avanzar en la extensa agenda de diálogo nacional".
La principal alianza de partidos de oposición, la Plataforma Unitaria, llamó en un comunicado a alcanzar acuerdos "de una vez por todas", con vistas a soluciones a una crisis que ha llevado a más de 7 millones de venezolanos a migrar, según la ONU, y el establecimiento de condiciones para "elecciones libres".
"Esta delegación acude al proceso de diálogo y negociación con la urgencia y voluntad de encontrar de una vez por todas acuerdos tangibles y reales", apunta el texto. Ello para "la construcción de condiciones e instituciones que garanticen -entre otras cosas- elecciones libres y observables", agrega.
El comunicado de la delegación opositora no da mayores detalles sobre el acuerdo que, a nombre de la representación de Maduro, adelantó Rodríguez.
El proceso de negociación, según la Plataforma Unitaria, "jamás debió ser suspendido". "No habrá una salida real de la crisis sin que medie un acuerdo político integral", alertó.
Las conversaciones que ocurren en un panorama favorable para Maduro
Una fuente vinculada a las negociaciones confirmó a AFP que Ciudad de México será nuevamente la sede de las conversaciones, al igual que en agosto de 2021.
La misma fuente indicó que las delegaciones llegarán a la capital mexicana el viernes y sostendrán una "jornada de trabajo en la tarde".
El sábado prevén firmar un primer acuerdo sobre aspectos sociales, pero todavía no hay consenso en torno a asuntos clave como las próximas elecciones y sus condiciones, agregó.
Petro, primer mandatario izquierdista de Colombia, manifestó disposición para apoyar los contactos entre ambas partes.
Desde que asumió el poder el 7 de agosto, el mandatario colombiano estrecha lazos con Caracas. Los dos países retomaron las relaciones diplomáticas, rotas desde 2019 por las diferencias entre el entonces presidente de Colombia, Iván Duque (2018-2022), y Maduro.
Venezuela, en tanto, acoge los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La reunión consolida el impulso dado el pasado 11 de noviembre en París cuando Petro, junto el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el de Argentina, Alberto Fernández, y la canciller noruega, Anniken Huitfeldt, se reunieron con los principales negociadores del chavismo y de la oposición.
Tras el encuentro, realizado durante la quinta edición del Foro de París sobre la Paz, los dignatarios llamaron públicamente a las partes a retomar el diálogo y consideraron, en una declaración conjunta, la negociación como "única vía" para superar la crisis que ha forzado la migración de 6,8 millones de venezolanos, según Naciones Unidas.
Los representantes de Maduro y la oposición, Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde, respectivamente, no se han pronunciado hasta ahora sobre la reanudación de contactos en México.
El chavismo y la oposición entablaron diálogos en México en agosto de 2021tras fallidas iniciativas en 2018 en República Dominicana y 2019 en Barbados. Maduro los congeló dos meses después por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, próximo al gobierno y enjuiciado por lavado de dinero.
Crisis energética y en la oposición de Venezuela
El escenario local y mundial ha cambiado desde entonces.
Guaidó está disminuido. Ha perdido aliados clave desde que en 2019 se autoproclamó presidente encargado con respaldo de medio centenar de países encabezados por Estados Unidos.
Los partidos opositores también se debilitaron: perdieron las elecciones regionales del año pasado, en las que participaron tras boicotear por denuncias de fraude las presidenciales de 2018 y las legislativas de 2020, y su poder para convocar protestas se desplomó.
Maduro, en tanto, busca contactos directos con la administración de Joe Biden, que envió delegados a Caracas en mayo y junio.
Washington, oficialmente, sigue desconociendo a Maduro y considera a Guaidó líder "legítimo" de Venezuela, pero expresó disposición a revisar sus sanciones, que incluyen un embargo petrolero, en medio de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Europa también busca salidas y Maduro dice estar "listo" para proveerle petróleo y gas.
El 7 de noviembre, en la Conferencia Internacional contra el Cambio Climático (COP27) en Egipto, Maduro conversó informalmente con Macron, quien le llamó a "emprender un trabajo bilateral útil". Francia también desconoce a Maduro.
En la región, además de Colombia, Chile y Brasil eligieron a presidentes izquierdistas este año, que sumados a los de México, Argentina, Bolivia y Perú conforman, según analistas, una nueva ola progresista en la región.