Miah Cerrillo es la niña que logró sobrevivir al fingir su muerte con el cuerpo cubierto de sangre en medio de la masacre que Salvador Ramos, un joven de 18 años del pueblo de Uvalde, perpetró en su clase en la escuela primaria Robb.
Ella tuvo que soportar así muchos minutos, entre 40 minutos y una hora, el tiempo que las autoridades creen que Ramos estuvo parapetado en la clase hasta que fue abatido por la policía.
La niña entró en "modo de supervivencia", contó a la cadena local KPRC su tía Blanca Rivera. "Vio a su amiga llena de sangre y se la esparció en su cuerpo", dijo según un relato de la madre de la niña.
Su padre, Miguel Cerrillo, fue a la escuela en cuanto se enteró del tiroteo. No pudo entrar en el centro, pero sí llegó a ver a su hija cubierta de sangre y transportada por la policía. La sangre no era producto de una herida de gravedad, sino la clave de su supervivencia.
La amiga era Amerie Joe Garza, la niña que se cree que trató de llamar por teléfono de emergencias 911pero que Ramos se precipitó armado en su clase.
En cualquier caso, el atacante disparó a Amerie, al igual que hizo con las dos maestras, Eva Mireles e Irma García, y el resto de compañeros que estaban en su clase.
Miah Cerrillo salió de clase con heridas de fragmentos de bala en la espalda y tratada en el hospital. Pocas horas después ya estaba en casa.
Su familia dice que "ahora quiere estar sola, no ha dormido mucho, ha sido muy duro para ella", además, aseguran que la niña también ha tenido "ataques de pánico".
El agresor de 18 años, Salvador Ramos, estuvo en el interior de la escuela durante más de una hora hasta que fue abatido a tiros por agentes tácticos de la patrulla fronteriza. Esto, según altos funcionarios policiales que revelaron el jueves nuevos detalles sobre un periodo de tiempo confuso y a veces contradictorio que ha airado y frustrado a los padres y observadores que exigían a la policía que ingresara en la escuela.
Los niños que sobrevivieron al ataque, en el que perecieron 19 alumnos y dos maestras, describieron cómo lo que sería un día festivo de fin del año escolar se convirtió rápidamente en una jornada de terror.
Samuel Salinas, de 10 años, dijo a Good Morning America de la cadena ABC que él y otros alumnos fingieron estar muertos después de que Ramos abrió fuego sobre la clase. Samuel fue alcanzado por una esquirla en el muslo.
“Disparó contra la maestra y después contra los chicos”, dijo Samuel, que se encontraba en la clase de Irma García. García murió en el ataque y su esposo, Joe García, falleció ayer, al parecer de un ataque cardiaco.
Gemma Lopez, de 10 años, se encontraba en un salón del mismo pasillo cuando Ramos ingresó en el edificio. Dijo a Good Morning America que una bala penetró la pared de su aula antes de que se declarara el cierre total de emergencia. Su mejor amiga, Amerie Garza, fue una de las víctimas de la masacre.
LG