Corea del Norte advirtió que nunca dejará sus armas nucleares en forma unilateral a menos que Estados Unidos retire primero los dichos de que Pyongyang es su amenaza atómica.
La afirmación directa chocó con la presentación más positiva que hace Corea del Sur sobre la posición norcoreana, y podría sacudir la frágil diplomacia trilateral para apaciguar una crisis nuclear que el año pasado generó temores de guerra.
La declaración norcoreana contrastó en que Estados Unidos y Corea del Norte forcejean en torno a los pasos de la desnuclearización que Washington desea y el retiro de las sanciones internacionales, algo que Pyongyang pidió
El comunicado, difundido por la agencia norcoreana KCNA, también dejó entrever los problemas de credibilidad para el gobierno surcoreano de Moon Jae-in, que afirmó continuamente que el líder norcoreano Kim Jong-un está realmente interesado en negociar para deshacerse de sus armas nucleares.
Durante todo el proceso, Seúl ha mantenido un ambiente positivo para el diálogo.
“Estados Unidos debe reconocer ahora el significado preciso de la desnuclearización de la península coreana y, especialmente, debe estudiar geografía”, se afirma en el comunicado norcoreano.
“Cuando hablamos acerca de la península coreana, incluye el territorio de nuestra república y también toda la región de (Corea del Sur) donde Estados Unidos ha colocado su fuerza invasora, incluyendo armas nucleares. Cuando hablamos acerca de la desnuclearización total de la península coreana, significa el retiro de todas las fuentes de amenaza nuclear, no sólo del sur y el norte, sino también de áreas vecinas a la península coreana”, agrega.
Los comentarios de Pyongyang se consideraron como una prueba de lo que los escépticos han dicho todo el tiempo: que Kim Jong-Un nunca renunciará voluntariamente a un arsenal que ve como una garantía más fuerte de supervivencia que cualquier garantía que Estados Unidos pudiera ofrecerle.
Puede inferirse también que a la larga Corea del Norte exigirá que Estados Unidos retire o reduzca significativamente el número de los 28 mil 500 soldados que tiene emplazados en Corea del Sur, un punto delicado en cualquier acuerdo de desarme.
Kim Jong-Un y el presidente estadunidense Donald Trump se reunieron en Singapur el 5 de junio, donde dijeron tener el objetivo de la “total desnuclearización” de la península coreana, aunque no describieron cómo lo alcanzarán, ni cuándo. Los líderes intentan organizar otra reunión para principios del año próximo.
Washington y Seúl no respondieron de inmediato a la declaración norcoreana.
dmr