Un ex miembro del Grupo Wagner, una compañía militar privada rusa, que solicitó asilo en Noruega admitió los cargos de resistencia al arresto tras una pelea en un bar y de portar una pistola de aire comprimido.
Andrey Medvedev compareció ante un tribunal en Oslo el martes. Negó haber empleado la violencia contra los agentes que lo esposaron en el exterior de un pub en Olso en febrero, según reportó la agencia noticiosa noruega NTB.
“No entendió bien lo que ocurría y entró en pánico", dijo su abogado, Brynjulf Risnes, a NTB. “Él cree que no pateó, pero que escupió porque le hicieron daño" cuando le colocaron los grilletes.
Medvedev también se declaró culpable de portar una pistola de aire comprimido en otro episodio en marzo, cuando intentó entrar en un bar en el centro de la capital noruega.
El fiscal Vegard Gjertsen dijo a NTB que probablemente se le impondría una pena corta. No estuvo claro de inmediato cuándo se conocerá la sentencia.
Medvedev, que ha dicho que teme por su vida si regresa a Rusia, huyó a Noruega a principios de año cruzando de forma ilegal la frontera de 198 kilómetros con Rusia.
Según su relato, en un primer momento firmó para formar parte del Grupo Wagner entre julio y noviembre de 2022, pero se marchó cuando su contrato se prorrogó sin su consentimiento. Además, indicó que estaba dispuesto a declarar sobre cualquier crimen de guerra del que hubiera sido testigo y negó haber participado en ninguno.
Medvedev había declarado antes al grupo disidente ruso Gulagu.net que estaba dispuesto a contar todo lo que sabía sobre el contratista militar privado y su propietario, Yevgeny Prigozhin, un millonario vinculado al presidente ruso, Vladímir Putin.
JCM