Luego de que se disipara la tormenta y se levantaran las restricciones para circular por carreteras y calles del condado de Erie, se anunció igualmente la apertura del aeropuerto de Niagara Falls, con lo que esta zona, la más afectada de los Estados Unidos por la oleada del frente climático, busca regresar a la normalidad.
Hasta el momento, la cifra de muertos alcanzó los 62 en todo el país, 37 de los cuales ocurrieron en la ciudad de Buffalo y sus alrededores donde tan sólo entre domingo y martes cayó casi metro 40 centímetros de nieve, que en combinación con una fuerte ventisca paralizaron completamente la ciudad, provocando severos daños a subestaciones eléctricas y bloqueando en su totalidad calles y carreteras.
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Por lo pronto el cielo despejado de este jueves en Nueva York, ayudará a disipar la nieve, aunque al disminuir los bloques de hielo, las autoridades temen encontrar más cadáveres de personas que quedaron atrapadas. Y debido a esa fusión, lega un nuevo problema que las autoridades deben atender.
“A medida que las temperaturas comienzan a subir, nos estamos preparando para posibles inundaciones debido al derretimiento de la nieve en el oeste de Nueva York”, dijo la noche del miércoles la gobernadora Kathy Hochul quien para tal efecto anunció la disposición de 800 mil sacos de arena y más de 300 bombas y generadores listos para succionar líquido.
En su cuenta de Twitter Hochul anunció asimismo la apertura total de las rutas estatales 5, 33 y 198, así como la parte de la carretera interestatal 190 del condado de Erie. “Estamos trabajando las 24 horas del día para ayudar a que el oeste de Nueva York se recupere de esta histórica tormenta invernal, y no nos detendremos hasta que el trabajo esté terminado” prometió.
Durante todo el miércoles, integrantes de la Guardia Nacional hicieron un recorrido para sondear las necesidades de la gente, sobre todo en las áreas donde la reinstalación de la energía eléctrica más ha demorado.
En conferencia de prensa, el ejecutivo del condado de Erie, Marc Poloncarz, dijo temer “que haya más individuos que pudieron haber muerto debido a que vivían solos” aunque también confió en que la búsqueda casa por casa era para localizar a personas “que no la están pasando bien”.
En el recuento hecho por las autoridades se encontró que 17 de los fallecidos fueron encontrados en la calle, nueve por falta de calefacción, cuatro más fueron hallados en sus vehículos y otros cuatros fallecieron por problemas cardiacos en su intento por remover la la nieve de sus casas o negocios.
Por lo pronto, más de 450 máquinas barredoras siguen en la labor de limpiar las calles para que puedan circular once líneas de autobús que se unirá a la apertura del tren, según anunció por su parte el alcalde de Buffalo, Bryon Brown.
Mientras tanto la ciudad de Nueva York se prepara para recibir una de sus fiestas más icónicas del año: La celebración del Año Nuevo en Times Square y sus alrededores. Aunque para el sábado 31 se pronostican temperaturas no tan gélidas como las de la navidad, en las que el termómetro bajo hasta los menos 12 grados, si está anunciado que una ligera llovizna acompañe las horas del festejo.