El estado de Ohio, controlado por los republicanos, votaba el martes para decidir si inscribe, o no, el derecho al aborto en su Constitución, una elección considerada clave y que tendrá encima los ojos de todo el país.
Para los defensores de la interrupción voluntaria del embarazo, votar por el "sí" impedirá que el Estado interfiera en una "decisión personal"; para sus opositores es un "no" a una ley que "va demasiado lejos".
En varios colegios electorales de Columbus, la capital de este estado del norte del país, la afluencia de votantes fue constante.
Entre ellos estaba el precandidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy, de 38 años, un novato en política y el nuevo niño mimado de los conservadores.
"Voto 'no' porque soy provida", declaró a la AFP. Si se aprobara la enmienda, "no sería nada bueno para el país", añadió.
Julianna Farr, de 74 años, en cambio, votó "sí". Sobre todo "como mujer", explicó, para proteger un derecho que considera inalienable.
Ambos bandos han hecho una feroz campaña en Ohio, con millones de dólares en costos y voluntarios que han tocado miles de puertas para unir votantes a su causa.
Desde que la Corte Suprema anulara en el verano boreal de 2022 la sentencia Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho federal a la interrupción del embarazo, la cuestión del derecho al aborto recayó en los estados. Muchos lo han restringido o prohibido, otros lo reforzaron.
El año pasado, partidarios del derecho al aborto ganaron sistemáticamente varias votaciones, incluso en estados conservadores, para sorpresa de los republicanos, que vieron cómo una parte de estadounidenses que no se identifican como progresistas consideraron que las restricciones impuestas por varios estados eran demasiado radicales.
Voto de prueba
En Ohio, una iniciativa de la derecha para complicar la organización y la adopción de referendos (con el aborto en la mira) fracasó en agosto.
Los defensores del aborto lograron reunir el pasado verano cientos de miles de firmas para presentar a votación una enmienda constitucional que consagre ese derecho.
La anulación de la sentencia Roe vs. Wade desencadenó en Ohio una ley estatal para impedir cualquier aborto (incluso en caso de violación o incesto) una vez detectado el latido del corazón en el útero, en torno a las seis semanas de gestación, cuando muchas personas aún no saben de su embarazo.
Dicha ley esta suspendida en medio de una batalla legal. Por ahora, el aborto sigue siendo legal en ese estado hasta las 22 semanas.
Pero en el breve periodo en que la ley estuvo en vigor, una niña de 10 años embarazada tras una violación tuvo que viajar al vecino estado de Indiana para abortar, lo que generó protestas a nivel nacional.
El sufragio cierra la noche del martes, pero desde hace semanas habitantes de Ohio votan de forma anticipada.
La enmienda procuraría a cualquier persona "el derecho de tomar y llevar a cabo sus propias decisiones" sobre el aborto, la contracepción, tratamientos de fertilidad y de atención de abortos espontáneos.
Indecisos
Para sus opositores, como el gobernador republicano Mike DeWine, eso haría posible el aborto "en cualquier momento del embarazo" y permitiría que menores puedan abortar sin que sus padres lo sepan.
El bando contrario lo desmiente de forma categórica y denuncia "desinformación".
Algunos residentes aún se mostraban indecisos la víspera del escrutinio.
Matthew Hartman, de 20 años, estudiante de la universidad estatal de Ohio, explicó a la AFP que, como cristiano, "oraría" e "investigaría" para tomar la decisión correcta.
Hartman dice inclinarse por el "sí" porque piensa en particular que las mujeres víctimas de una violación no deberían estar obligadas a seguir con el embarazo.
La cuestión del aborto estará en boca de todos mientras otros dos escrutinios se realizan el martes en Estados Unidos.
El conservador estado de Kentucky elige gobernador entre el republicano Daniel Cameron y el demócrata Andy Beshear (candidato a la reelección) que ha hecho del derecho al aborto su caballo de batalla.
Y en Virginia, con elecciones legislativas, una victoria de los republicanos podría permitir al gobernador Glenn Youngkin tratar de imponer restricciones al aborto.
Al tiempo que decide sobre el aborto, Ohio también tiene en sus manos pronunciarse sobre la regulación del cannabis.
EHR