El jefe de la ONU, Antonio Guterres, se declaró "preocupado" este martes ante el aumento de la violencia en El Salvador y confía en que las medidas adoptadas por el presidente Nayib Bukele para combatirlo "estén en línea con los derechos humanos".
El secretario general "ve con preocupación el pico de violencia en El Salvador durante el fin de semana y expresa su solidaridad con los salvadoreños en esta difícil coyuntura", dijo su portavoz, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
El presidente de El Salvador declaró un régimen de excepción el domingo pasado y un día después dio un ultimátum a las pandillas, consideradas responsables de 87 homicidios en tres días.
"Paren de matar ya o ellos (los encarcelados) la van a pagar también", dijo el mandatario bajo la amenaza de aumentar aún más los castigos a los más de 16 mil miembros de pandillas encarcelados.
Los pandilleros están sometidos desde el domingo a un estricto estado de emergencia en las cárceles.
"Les decomisamos todo, hasta las colchonetas para dormir, además les racionamos la comida y ahora ya no verán el sol", enfatizó Bukele.
Guterres "confía en que las medidas que se adopten estén en línea con los derechos humanos, las leyes y los estándares internacionales", señaló su vocero, Stephane Dujarric.
Las medidas adoptadas por Bukele contra los pandilleros encarcelados fueron criticadas por el ex secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão.
"Populismo penal: ilegalidades para enfrentar ilegalidades. Barbaries para enfrentar barbaries", escribió en Twitter Abrão.
Bukele respondió de inmediato: "Ustedes en la OEA y la CIDH fueron los que patrocinaron la tregua (entre pandillas) que solo fortaleció a las pandillas y les permitió acumular recursos, dinero (y) armamento". "Llévense su peste (las pandillas) de nuestro país", enfatizó.
RM