El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó hoy, por amplia mayoría, iniciar una investigación sobre las atrocidades atribuidas a las tropas rusas que invadieron Ucrania, en un conflicto que lleva más de dos meses y donde se han registrado muertos, heridos y refugiados.
La resolución, adoptada por 33 votos a favor, 2 en contra (China y Eritrea) y 12 abstenciones, pide a la comisión internacional de la ONU sobre Ucrania que lleve a cabo una "investigación" sobre las graves violaciones de derechos humanos cometidas en las regiones de Kiev, en Chernígov, Járkov y Sumy entre finales de febrero y marzo de 2022, para "pedir que los responsables rindan cuentas".
Incluso aliados de Rusia, como Cuba y Venezuela, prefirieron abstenerse a oponerse a una decisión que ahonda la presión política sobre Moscú, en circunstancias en que cada vez más crímenes contra la población indefensa se han revelado en áreas donde las tropas rusas tuvieron el control en las primeras cuatro a seis semanas de la guerra.
Horas antes, al abrir una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU consagrada a Ucrania, la alta comisionada Michelle Bachelet denunció asesinatos extrajudiciales a gran escala contra civiles y dijo que únicamente en la región de Kiev ya han aparecido más de mil cadáveres.
En la resolución aprobada a iniciativa de la propia Ucrania se pide a una comisión internacional de investigación que establezca lo ocurrido en esas áreas de la capital, así como en las regiones de Chernígov, Járkov y Sumy, y que se consideren las evidencias sobre violencia sexual que han surgido.
Esa comisión investigadora fue creada a principios de marzo por el mismo Consejo y esta semana sus tres miembros han mantenido sus primeros encuentros en Ginebra para organizar su trabajo.
La idea de este grupo investigador es recoger pruebas y establecer responsabilidades para que los autores, tanto físicos como intelectuales de las exacciones, sean juzgados por un tribunal competente cuando llegue la hora.
La misma resolución le pide a Rusia que permita que las organizaciones humanitarias tengan acceso inmediato y sin restricciones a las personas que han sido transferidas contra su voluntad de Ucrania a Rusia o a regiones del este del primer país que ya no están bajo el control de Kiev sino de grupos separatistas.
En una intervención previa en esta sesión por vídeoconferencia, la viceministra de Exteriores de Ucrania, Emin Zaparova, señaló que medio millón de civiles ucranianos han sido deportados a Rusia y están en paradero desconocido.
China y Eritrea fueron los únicos países que votaron en contra de la resolución que aborda estas cuestiones, marcando un giro en el caso de China, que en el anterior debate sobre Ucrania se había abstenido a la hora de la votación.
Al explicar su posición, la delegación china dijo que considera que la resolución equivalía a "añadir más leña al fuego" y la criticó porque "no apoya ni el diálogo ni la negociación".