Una niña que perdió un oso de peluche que tenía desde que fue adoptada de un orfanato etíope pensó que había desaparecido para siempre cuando lo olvidó en el Parque Nacional de los Glaciares, en Montana, el año pasado.
Sus padres y amigos de la familia todavía se aferraban a un rayo de esperanza que triunfó a fin de cuentas.
Gracias a una solicitud en redes sociales, los ojos de lince y la compasión de un guardabosques, así como al cierre de un sendero debido a la actividad de osos grizzly el mismo día en que una amiga de la familia visitó el parque, el oso de peluche regresó a los brazos de Naomi Pascal, de 6 años, en Jackson, Wyoming.
El regreso del oso, que ha acumulado 12.000 Me gusta en la página de Facebook del Parque Nacional de los Glaciares, es una hermosa historia, dijo Ben Pascal, el papá de Naomi y el pastor principal de la Iglesia Presbiteriana de Jackson Hole, un popular pueblo para esquiar al sur del Parque Nacional Grand Teton, en Wyoming.
"Fue una historia de esperanza y amabilidad, y de personas trabajando juntas", dijo Pascal. "Tocó los corazones de muchas personas. Les dio esperanza. Los hizo sentir que en este mundo hay bondad, que yo creo que sí hay".
El oso fue el primer regalo que Ben y Addie Pascal le enviaron a Naomi antes de ser adoptada en 2016. Acompañó a Naomi en viajes familiares a Etiopía, Ruanda, Croacia y Grecia.
Cuando Pascal llevó a sus hijos a Montana en octubre de 2020, el oso se unió una vez más a la aventura. Mientras Pascal y un amigo fueron a dar un paseo en el Parque Nacional de los Glaciares, la amiga de la familia Terri Hayden cuidó a los niños. Esa noche estaban por llegar a la casa de Hayden en Bigfork cuando cayeron en la cuenta de que faltaba el oso.
Durante la noche nevó y las partes más elevadas del parque cerraron para la temporada, por lo que Hayden no pudo regresar a buscar al oso. Presentó un reporte a empleados del parque con la esperanza de que alguien llevara el oso a los objetos perdidos.
No pasó mucho tiempo antes de que el guardabosques Tom Mazzarisi, un especialista en osos del parque, viera al peluche, empapado y sentado en la nieve que se derretía cerca del sendero Hidden Lake mientras él y otras dos personas hacían labores de fin de temporada.
"Comúnmente, se tiran los artículos que no tienen mucho valor monetario", dijo Mazzarisi. No estaba enterado que el animal de peluche hubiera sido reportado como desaparecido, pero por algún motivo no pudo llevarlo a la basura.
El oso "hibernó" en la cabaña de Mazzarisi en St. Mary y, cuando Mazzarisi regresó a trabajar en abril, "inmediatamente lo puse en el tablero de mi camioneta patrulla".
"Era la mascota perfecta" y motivo de conversación, dijo Mazzarisi.
KGE