Pablo vive literalmente en el corazón de Cristo, ya que su habitación está construida bajo el brazo izquierdo de la escultura de Art Deco más grande del mundo, en Río de Janeiro, Brasil. La razón es que el hombre, de origen argentino, es el encargado de mantener y restaurar dicho monumento.
Una multitud, de entre 5 mil y 15 mil visitantes, es recibida con los brazos abiertos por el Cristo Redentor cada día; por eso es necesario que alguien se encargue de vigilar su estado, y quien mejor que un restaurador de iglesias que reside en el país desde hace 15 años, y es un profundo devoto cristiano, para procurar su integridad.
Pablo Cardoso ha estado inmerso en la religión desde que tiene memoria, ya que, como él mismo cuenta, su familia necesitaba apoyo económico para las necesidades básicas. Incluso, el papa Francisco en persona les brindó ayuda cuando era el obispo Jorge Bergoglio.
"Vengo de una familia que sufría de necesidades básicas, asistía a la iglesia y a través de obras de caridad me ayudaron, y con esa ayuda que me dieron en la iglesia pude prosperar, pude estudiar y avanzar en la vida como ser humano", relató al medio brasileño Jornal Hoje.
Cardoso participó en la restauración del Cristo Redentor, ubicado en la cima del monte Corcovado a 710 metros sobre el nivel del mar, y desde entonces quedó fascinado con la estructura y su significado. De modo que para él es una bendición dedicar su vida al ícono, y cumplir un sueño de su infancia.
"Yo traje a mi mamá y me dijo que yo desde niño ya decía que algún día estaría aquí. Y hoy en día vivir aquí es algo de otro mundo, creo que es un regalo, un regalo de Dios. Es increíble", confesó a Jornal Hoje.
De acuerdo con la agencia de viajes Riotur, el Cristo Redentor fue inaugurado en 1931 luego de cinco años de planeación y trabajo a cargo del ingeniero Heitor Da Silva Costa.
Pablo conoce la estructura a la perfección, y describe con ánimo su recinto."Estamos en el noveno piso, donde se encuentra el sagrado corazón de Jesucristo. Cada monumento está cubierto con estas esteatitas en forma de triángulo y cada una tiene el nombre de cada persona que donó para la construcción del monumento", explicó a las cámaras de Jornal Hoje.
El Parque Nacional de Tijuca alberga la gigantesca representación del hijo de Dios, que dota de identidad a Brasil y abraza el corazón de sus fieles creyentes, entre los que destaca Pablo Cardoso por dedicar su vida entera para la preservación de su fe.
SNGZ