Liberan a cristiana condenada a muerte por blasfemar en Pakistán

Aasia Bibi abandonó el país para reunirse con su familia en Canadá, tras ser absuelta de blasfemia y condenada a la horca.

Según fuentes diplomáticas, las hijas de Asia Bibi huyeron a Canadá hace meses. AP
AFP
ISLAMABAD /

Aasia Bibi, una cristiana que fue absuelta de blasfemia tras pasar ocho años en el corredor de la muerte, dejó Pakistán para reunirse con sus hijas en Canadá, dijeron medios paquistaníes y un amigo cercano a la mujer.

Wilson Chawdhry, de la Asociación de Cristianos Británicos-Paquistaníes, dijo que recibió un mensaje de texto de un diplomático británico con la frase "Aasia está fuera”. Un amigo cercano de Bibi, que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias, confirmó también su marcha del país.

Asia Bibi pasó la mayor parte de su vida en el anonimato como muchos fieles de la minoría cristiana de Pakistán hasta el día en el que su condena a muerte por blasfemia, basada en una simple acusación, dividió al país y movilizó al mundo.

Su partida del país, confirmada este miércoles por una fuente gubernamental pakistaní, abre un nuevo capítulo en una saga judicial iniciada hace una década.

Para esta mujer analfabeta originaria de la provincia de Punyab y de unos 50 años, la pesadilla comenzó en 2009 por una discusión por un vaso de agua cuando trabajaba en el campo.

Alegando motivos religiosos, dos musulmanas se negaron a compartir un vaso de agua con ella. Discutieron. Días más tarde, estas mujeres contaron el caso a un imán local que la acusó de haber "insultado" al profeta del islam. Ella siempre lo ha negado.

El imán acudió a la policía, que abrió una investigación. Aasia Bibi fue detenida y procesada en virtud del artículo 295 C del código penal pakistaní, que prevé la pena de muerte en este supuesto. Fue condenada a morir en la horca en 2010.

Bibi interpuso un recurso ante el Tribunal Supremo en 2014. Dos años más tarde, uno de los tres magistrados llamados a pronunciarse sobre el caso se desistió, lo que retrasó todo el proceso.

Durante estos años de batalla judicial, ella encarnó las derivas de una legislación que reprime la blasfemia y que según sus detractores se instrumentaliza para solucionar conflictos personales mediante acusaciones falsas.

Vivir con miedo

El Tribunal Supremo la absolvió en octubre pasado tras haber pasado más de ocho años en el corredor de la muerte. La sentencia provocó una ola de manifestaciones violentas durante tres días en todo el país. En enero la misma corte confirmó el veredicto. Fue el epílogo de un intenso combate judicial.

Durante los años de cárcel, su familia recibió amenazas y se vio obligada a huir de casa. Su marido Ashiq Masih se refugió en un barrio de Lahore, donde vivía con las hijas del matrimonio, Esha y Ehsam.

"Papá me decía que no saliera, que la situación afuera era muy mala", explicó Esham  en 2016. "Nos quedábamos en el interior constantemente", añadió la niña. "Un día vendrá alguien y me preguntará: '¿eres la hija de Asia Bibi?".

Según fuentes diplomáticas, las hijas de Asia Bibi huyeron a Canadá hace meses.

Bibi, cuyo caso conmovió a varios dirigentes occidentales, así como a los papas Benedicto XVI y Francisco, fue encarcelada en la prisión para mujeres de la ciudad de Multán (centro).

Otro de sus defensores, el ex gobernador de la provincia pakistaní del Punyab, Salman Taseer, uno de los pocos políticos en osar criticar abiertamente al islamismo, fue asesinado en 2011 por uno de sus guardaespaldas en Islamabad.

El asesino fue condenado a muerte y ahorcado en 2016, lo cual enfureció a los extremistas que reclamaron que la cristiana también fuera ejecutada.

En conversación telefónica tras el anuncio de la absolución Asia Bibidijo: "Me cuesta creer lo que estoy escuchando. ¿Voy a salir? ¿De verdad que me van a dejar salir?". "Soñé tantas veces que caerían las paredes de la cárcel"

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