Panamá envió, el domingo 2 de junio, 49.3 toneladas de cocaína decomisada a narcotraficantes hacia Estados Unidos, donde serán incineradas para evitar la contaminación que genera quemarla a cielo abierto en el país centroamericano, informó una fuente oficial.
El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Pino, dijo a periodistas que la droga transportada vía aérea es producto del decomiso realizado durante distintas acciones operacionales y policiales a nivel nacional.
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"Debido a la gran acumulación de droga que tenemos aquí en Panamá, y hablo de una gran acumulación porque las incautaciones de drogas son históricas, récord histórico (...) Nos hemos tenido que ver en la necesidad de pedir apoyo a los Estados Unidos" para la incineración, agregó.
El funcionario explicó que las autoridades del país decidieron "no quemar cocaína a cielo abierto porque Panamá es carbono negativo (...) y quedar cocaína provocaría una contaminación es muy grande".
Pino comentó que la solicitud de apoyo al gobierno estadunidense obedece a que el país aún tiene trámites pendientes para comenzar a operar la nueva planta de incineración de drogas.
"Nos queda una gran cantidad de droga, una gran cantidad que queda en Panamá, pero que por motivos de seguridad no puedo decir la cantidad que nos queda", puntualizó el ministro.
Según la cartera de Seguridad Pública, en el primer trimestre de este año han decomisado más de 31.5 toneladas de drogas. Aunque las autoridades no especifican el tipo de droga, históricamente los mayores decomisos son de cocaína.
En 2023, Panamá incautó 119 toneladas de drogas, una cantidad inferior a la cifra récord de 138 toneladas en 2022.
Panamá es punto de paso para la droga que, proveniente de Sudamérica, principalmente Colombia, tiene como destino Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del mundo.
RM