El papa Francisco y el patriarca Kirill sellaron hoy en La Habana el reencuentro de las Iglesias católica romana y ortodoxa rusa tras casi medio siglo de ruptura, acontecimiento que según observadores incidirá en unos mil 500 millones de fieles y “rebasa el plano religioso para inscribirse en la convulsa geopolítica” mundial.
“Coincidimos en que la unidad se hace caminando”, dijo a la prensa el papa tras dos horas de conversaciones privadas con el patriarca ruso, en tanto Kirill destacó el entendimiento alcanzado para que esas iglesias “puedan cooperar defendiendo al cristianismo en el mundo”.
Tras 20 años de negociaciones secretas, el factor que la aceleró la reunión en La Habana fue el avance de los extremistas islámicos en Oriente Medio y en el norte de África, según voceros de las dos iglesias.
Han sido conversaciones “con mucho contenido” que permitieron comprender las posiciones de cada parte, acotó su santidad Kirill, al tiempo que el obispo de Roma anunció la adopción de “una serie de iniciativas viables” por las dos denominaciones fundamentales del cristianismo, sobre las cuales no dio detalles.
Con el apoyo del presidente cubano Raúl Castro, el encuentro tuvo lugar en la principal terminal aérea de la isla, cerrada a su actividad normal desde hace varios días, en la que el santo padre hizo una escala de tres horas antes de proseguir viaje a México para una visita de cinco días en la que pretende darle voz y esperanza a los migrantes, y a las víctimas del narcotráfico, la corrupción y la pobreza.
Con anterioridad a sus breves declaraciones a la prensa, Francisco y Kirill firmaron una declaración conjunta, en la que se amplían sus palabras. A la ceremonia también asistió el presidente Castro.
“Gracias por este encuentro”, le dijo Kirill a Francisco, quien replicó que “somos hermanos, tenemos un mismo Dios”, cuando ambos se sentaron ante las respectivas banderas de las Iglesias católica romana y ortodoxa rusa para examinar el camino a seguir a partir de ahora por católicos romanos y ortodoxos rusos.
Este encuentro arrancó y se selló con abrazos, también sin precedentes, entre las dos santidades. “El intercambio (“con característica de concilio por su trascendencia”, según vaticanistas) fue un regalo de Dios”, escribió el papa Francisco en su cuenta en twitter luego de obsequiar al patriarca un relicario de San Cirilo y un cáliz. El jefe de los católicos ortodoxos retribuyó con una réplica de la virgen de Nuestra Señora de Kazán, Patrona de Rusia.
Hoy, a las 13:06 hora de México, el primer papa latinoamericano fue recibido en el aeropuerto cubano por el presidente Castro, quien después se reunió a solas con él.
El mandatario cubano dio igual bienvenida a Kirill el jueves y volvió a entrevistarse con el patriarca durante poco más de una hora en el Palacio de la Revolución, previamente a la llegada del jefe de la Iglesia católica romana, ejerciendo funciones de anfitrión y facilitador de este intercambio.
Antes de retomar su viaje a México, poco después de 16:00 hora mexicana, el papa agradeció ese apoyo “del gran pueblo cubano y su presidente”, y agregó: ¡Si Cuba sigue así será la capital de la unidad!”.