Willy y Louis son una típica pareja milenial que se conoció a través de una aplicación de citas, ambos trabajan, les gusta la música pop y tratan de viajar o ver amigos los fines de semana, pero su amor trasciende entre las tensiones asiáticas.
Pero, lo singular de esta típica pareja es que Willy, oriundo de Taiwán, y Louis, de China continental, viven una historia de amor que trasciende las tensiones entres sus respectivos países.
Taiwán celebra esta semana unas elecciones presidenciales seguidas de cerca desde Washington y Pekín que pueden configurar las futuras relaciones con una China cada vez más beligerante hacia este territorio.
Hablando desde su casa en la ciudad de Shenzhen, un importante centro económico en el sur de China, Louis define sucintamente su deseo para estas elecciones: "Paz".
"Como gente normal, solo queremos tener una buena vida", dice el hombre de 37 años.
"Solo deseamos que nuestras vidas puedan ser convenientes, deseamos que las relaciones a ambos lados del estrecho puedan mejorar independientemente de quién sea elegido", afirma.
Willy, de 40 años, y Louis se conocieron hace unos nueve años en Vancouver. Willy le propuso matrimonio en Shanghái y se casaron en Canadá en 2022, antes de mudarse a Shenzhen el año pasado.
Caminos distintos
Más allá de las tensiones geopolíticas, el primer obstáculo para la pareja fue la desaprobación de sus familias hacia su sexualidad.
"Llevó dos o tres años que mis padres aceptaran la verdad", dice Willy.
Louis, en cambio, nunca pensó asumir su homosexualidad cuando vivía en China continental. Pero cuando sus padres los visitaron en Canadá, empezaron a ser más comprensivos.
"Les expliqué que todos estos estigmas sobre la homosexualidad estaban mal", recuerda. "Al final dejaron de preocuparse".
Taiwán y China han tomado caminos distintos en lo relativo a los derechos LGBTQ.
Las autoridades chinas despenalizaron la homosexualidad en 1997, pero los matrimonios entre personas del mismo sexo no son legales y el estigma social está todavía muy extendido.
Tras un periodo de flexibilización en los años 2000 y 2010, los grupos de defensa de derechos denuncian que en años recientes ha habido una represión contra los espacios LGBTQ.
En cambio, Taiwán se sitúa en la vanguardia del movimiento de derechos LGBTQ en Asia y se convirtió en el primer territorio del continente en legalizar el matrimonio igualitario en 2019.
Inicialmente, las parejas del mismo sexo no podían casarse si sus países de origen no lo permitían. La ley se revisó posteriormente para eliminar esta restricción a excepción de las personas procedentes de China continental.
Aun así, Willy y Louis han conseguido tirar adelante como pareja en Shenzhen.
"Los dos sentimos que, al menos por ahora, nuestra identidad no nos genera demasiados problemas o nos entorpece. En China, hemos conseguido algunos buenos amigos de confianza y se han hecho buenos amigos de los dos", explica Louis.
"Nuestro deseo es la paz"
A Louis, de China continental, Taiwán le recuerda el título de una canción: "El desconocido más familiar".
"Cuando voy, las palabras que veo, el lenguaje que escucho y la comida que tomo son muy similares a las de China continental, me siento muy familiarizado", dice.
Las cuestiones de la identidad son centrales en las elecciones de esta semana en la isla, donde muchos votantes se consideran cada vez más taiwaneses y menos chinos, según los estudios de opinión.
Pero Louis cree que el ajetreo de Taipéi no es "muy distinto" al de las grandes ciudades en las que solía vivir en China continental.
"Creo que el ritmo de vida en Taipéi es también bastante rápido y la presión de la vida es también bastante elevada", opina.
De cara a las elecciones, los deseos de ambos son simples: más tolerancia y comprensión.
"Nuestro mayor deseo es la paz", afirma Louis.
"China continental debería escuchar lo que piensa la gente normal de Taiwán", añade Willy. "Y Taiwán debería entender mejor cómo es realmente China continental".
Ambos quieren también más oportunidades para los viajes entre ambos territorios, en gran parte paralizados puesto que las relaciones entre Pekín y Taipéi han caído al peor nivel en décadas.
"Los taiwaneses deberían venir más a ver China continental con sus propios ojos", defiende Willy.
Lejos de la creciente presión militar de Pekín sobre la isla y del aumento de las compras de armas estadunidenses por parte de Taipéi, la relación de Willy y Louis desprende armonía.
"¡Nunca hemos tenido una pelea importante en casi nueve años!".
LG