Manifestantes inconformes con las reformas al sistema de pensiones del presidente francés Emmanuel Macron continuaban el viernes con marchas aisladas en medio de afectaciones en el sistema de trenes, filas de camiones que bloquean el acceso al puerto comercial de Marsella y escombros regados por las calles de París después de las manifestaciones multitudinarias del día anterior.
Más de 450 manifestantes fueron arrestados el jueves en París y otras ciudades luego de que alrededor de 300 protestas atrajeron a más de un millón de personas en todo el país para protestar contra las impopulares reformas al sistema de pensiones.
El ministro del Interior Gerald Darmanin dijo el viernes que 441 agentes y gendarmes de la policía resultaron heridos después de que surgieran actos violentos en algunas protestas.
Añadió que alrededor de 1.000 contenedores de basura fueron incendiados en la capital francesa durante las acciones del día anterior. Luego de varias semanas de huelga de los recolectores de basura, los contenedores se han convertido en un símbolo de la protesta.
Los sondeos indican que la mayoría de los franceses están en contra de la iniciativa de Macrón de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años,la cual el mandatario asegura que es necesaria para mantener el sistema a flote.
La refinería Gonfreville-L’Orcher en Normandía reanudó el viernes su suministro de combustible hacia París después de la intervención de la policía, según la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. Sin embargo, los manifestantes se reunían en la terminal petrolera de Fos-sur-mer, cerca de Marsella para planear futuros bloqueos a la refinería.
Temiendo más afectaciones en los próximos días a medida que continúan las acciones, la Autoridad de Aviación Civil de Francia ha solicitado que el domingo se cancelen la tercera parte de los vuelos en Orly, el segundo aeropuerto de París, y que el lunes se cancelen el 20%.
Los sindicatos han convocado nuevas protestas y huelgas para el martes, cuando se tiene programada la visita del rey Carlos III de Gran Bretaña a Burdeos, en el segundo día de su gira por Francia. La enorme puerta de madera de la alcaldía de Burdeos quedó destruida por un incendio la noche del jueves por parte de personas que participaban en una protesta no autorizada.
El alcalde de Burdeos Pierre Hurmic dijo el viernes que “tenía problemas para entender el interés de tal acto de vandalismo”.
Hurmic dijo que espera que no se cancele la visita del rey a su ciudad.
“Espero que no les demos ese regalo a estos maleantes”, señaló, aunque admitió que el viaje en tranvía con el monarca quedaría descartado.
Las protestas han generado respaldo más allá de las fronteras de Francia. En Grecia, cientos de manifestantes se reunieron fuera de la embajada francesa en Atenas como muestra de solidaridad.
Los manifestantes gritaron consignas y llevaron pancartas con leyendas como: “Macron, tu democracia pende de nueve votos” y “Desde Grecia: victoria para los trabajadores de Francia”.
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