El presidente de España, Pedro Sánchez, anunció en una declaración institucional que se queda como presidente del Gobierno, tras un periodo de cinco días de “reflexión” sobre su continuidad en el puesto a raíz de la “campaña de acoso” contra su esposa, Begoña Gómez, que denunció el pasado miércoles.
“Esta campaña de descrédito no parará. Podemos con ella. Lo importante es que queremos agradecer las muestras de solidaridad recibidas de todos los ámbitos. Gracias a esta movilización, he decidido seguir al frente de la presidencia, seguir con más fuerzas, si cabe. Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se los garantizó. Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza, y con serenidad, por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y libertades”, expresó el presidente, que una hora antes se le comunicó al rey Felipe VI.
En su declaración institucional, el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) afirmó que “asumo la decisión de continuar, con más fuerza si cabe. Esto no va del destino de un dirigente particular. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Nuestro país necesita esta reflexión. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango contamine nuestra vida pública”.
En su intervención, también, ha hecho un alegato por la decencia de la vida política. “Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Nuestro país necesita esta reflexión. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango contamine nuestra vida pública”.
Hizo también un llamado a la sociedad española: “Pido a la sociedad española que volvamos a ser ejemplo. Los males que nos aquejan forman parte de un movimiento mundial. Mostremos al mundo cómo se defiende la democracia”.
Recordó que “el pasado miércoles escribí una carta dirigida a la ciudadanía, me planteaba si merecía la pena. Tengo la respuesta clara. Si permitimos ataques a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si permitimos que las mentiras sustituyen el debate, entonces no merece la pena. Necesitaba para y reflexionar. La carta puedo desconcertar porque no obedece a cálculo político. He reconocido antes quien buscan quebrarme, que duele vivir estas situaciones. He actuado desde una convicción clara. Esto no es una cuestión ideológica.”.
El apoyo recibido en los últimos días por la militancia, presidentes autonómicos, líderes internacionales y personalidades de la sociedad civil ha hecho cambiar de opinión al jefe del Ejecutivo que, según su entorno, está muy afectado desde hace semanas por esos intentos de vincular a su pareja sin pruebas en adjudicaciones aprobadas por el propio Gobierno
El pasado miércoles, Sánchez anunció mediante un escrito, que difundió en la red social X, que cancelaba su agenda pública unos días para “reflexionar” sobre si debía continuar en su cargo después de que ese mismo día un juez de Madrid abriera diligencias previas a raíz de la denuncia presentada por el pseudosindicato de ultraderecha Manos Limpias contra su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, debido a sus relaciones con empresas que supuestamente han recibido fondos públicos.
“Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, escribió en esa carta, en la que también acusó al Partido Popular y Vox de ser “colaboradores necesarios” de un “atropello tan grave” junto a “una galaxia digital ultraderechista” y a Manos Limpias.
El mismo día se conoció que un juez de Madrid decidió abrir diligencias previas a raíz de esa denuncia y Sánchez salió al paso en la sesión de control al Gobierno. Sin que nadie le preguntara expresamente por ese asunto dijo: “En un día como hoy y con las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país, en su autonomía y en su independencia”. Horas después, publicó la carta en X.
La decisión generó estupor en toda la clase política del país, incluso desde su partido político el Partido Socialista Obrero Española (PSOE) porque ni los más próximos sabían que iba a dar ese paso. Sin embargo, reaccionaron tratando de enviarle mensajes de apoyo y convirtieron el Comité Federal del sábado en un acto de apoyo a su líder.
Todos sus ministros y el PSOE salieron en tromba para felicitar al presidente Sánchez por continuar en el cargo, mientras que desde la derecha y ultraderecha, Partido Popular y Vox, señalaron que su ausencia de cinco días obedeció a una estrategia política.