El rey de España, Felipe VI, designó como candidato a la investidura para ser presidente del Gobierno al líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y presidente en funciones, Pedro Sánchez, tras una segunda ronda de consultas.
Esto se produjo luego de que la semana pasada, al realizarse la segunda votación de investidura de Alberto Núñez Feijóo, el líder de la derecha y del Partido Popular (PP), volviera a fracasar. Por tanto, el monarca llevó a cabo una segunda ronda de contacto con los líderes de los partidos políticos.
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Por ahora, Sánchez solo cuenta con los 121 votos favorables de su formación, a los que espera añadir los de Sumar (31), Esquerra Republicana de Cataluña (ERC-7), Junts (7), Bildu (6), Partido Nacionalista Vasco (PNV-5) y Bloque Nacionalista Gallego (BNG -1) y, tal vez, el de Coalición Canaria. La mayoría absoluta es de 176.
Aunque durante el último mes se han producido contactos, por ahora ninguno da la negociación por cerrada ni asegura los votos para Sánchez.
A ello hay que sumar las tajantes condiciones de los independentistas catalanes: amnistía para todos los encausados por el proceso soberanista y sentar las bases para una nueva consulta de independencia en Cataluña.
No obstante, el líder del PSOE se ve capaz de tejer alianzas para superar la votación y reeditar el Gobierno de coalición, como consiguió para hacerse con la mayoría en la Mesa del Congreso. Así se lo expuso al jefe del Estado.
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Como en anteriores rondas, Felipe VI no pudo sondear a cuatro de los socios que necesita Pedro Sánchez ya que ERC, Junts, Bildu y el BNG se negaron a ir a las consultas.
A diferencia de la primera ronda de consultas, en esta ocasión el calendario apremia a una investidura antes del lunes 27 de noviembre para evitar unas nuevas elecciones generales, ya que la primera votación de Feijóo puso en marcha el contador de dos meses. Ahora Sánchez tiene 55 días para conseguirlo.
Hasta hace unos días se contempló la posibilidad de alcanzar una investidura rápida a mediados de octubre, pero las exigencias de un nuevo referéndum de los partidos independentistas catalanes han entorpecido la negociación, que entrar ahora en una fase decisiva.
Eso sí, si Pedro Sánchez no consiguiera los apoyos habría elecciones generales el 14 de enero.
CHZ