El presidente de España y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y el líder de la derecha y del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, tuvieron esta noche el único debate con vistas a las elecciones generales del 23 de julio.
Los dos principales políticos del país debatieron, en la televisora Antena 3, durante 100 minutos de economía; política social e igualdad; pactos y gobernabilidad; y políticas de Estado, institucionales e internacionales.
En el inicio del debate Sánchez presumió de la buena marcha de la economía recordó que ha llegado a crecer al 5.5% y remarcó que desde que es presidente en España hay 2 millones más de personas empleadas.
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“Ustedes dicen que estamos a las puertas de una recesión”, le echó en cara Sánchez, que incidió en la subida del salario mínimo de 735 euros a mil 80 euros, y le pidió recordar que todo esto se ha hecho tras una pandemia y una guerra (en Ucrania).
Feijó negó que la economía vaya como “una moto” y reiteró que “está estancada”, que los precios de los alimentos han subido “el 30%” (el dato exacto es el 20%, según el Instituto Nacional de Estadística) y subrayó que con el costo de las hipotecas ha pasado lo mismo.
El socialista atacó al líder de la derecha con el “retroceso” que suponen los pactos con el ultraderechista Vox que está suscribiendo el PP tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.
El candidato del PP recordó que no puede dar “lecciones” de pactos tras los “pactos de la vergüenza” del gobierno en esta legislatura y recordará que no puede volver a ser presidente sin el apoyo del vasco Bildu o Esquerra Republicana de Cataluña.
En este punto salió el tema de la Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual, más conocida como la ley de “solo sí es sí”, que ha beneficiado a cientos de agresores sexuales, Feijóo consideró que “el problema que tenemos es la ley sanchista del ‘solo es sí”.
Puso varios ejemplos de condenados por violencia sexual que han sido liberados previamente por esa norma. Habló de “disparate”, que ha hecho el gobierno “en contra de la dignidad de las mujeres”.
Sánchez reivindicó a su partido por ser el impulsor de “todas las leyes vinculadas con la igualdad y libertades de las mujeres”. “Ustedes las han recurrido todas: igualdad, violencia de género, aborto…”.
Después Feijóo se saltó el guión de temas e insistió en lo que ha dicho tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, es decir, volvió a proponer que el ganador del 23 de julio sea el que gobierne en España y Sánchez le respondió irónico: “Hable con el señor (Guillermo Fernández) Vara, ex presidente de Extremadura, donde la fuerza más votada fue el PSOE, pero el PP pactó con Vox un gobierno de coalición)”.
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Antes, Sánchez subrayó que “Feijóo ha firmado 140 pactos en ayuntamientos con Vox. Han hecho un intercambio impúdico de derechos por sillones. El 23 de julio vamos a ganar las elecciones porque hemos hecho las cosas bien y la sociedad española no va a permitir que nos meta en un túnel del tiempo que nos va a llevar a no sé donde con Vox”.
Uno de los moderadores, Vicente Valles, preguntó a Feijóo si garantizaba que si ganaba las elecciones no haría vicepresidente al líder de Vox, Santiago Abascal. El líder de la derecha dijo que “sí”.
En otro momento, Sánchez dijo a Feijóo que si hablabla de transparencia publicara sus sueldos y que él no tiene problema en mostrar su cuenta corriente o viajes: “No soy perfecto pero, ¿sabe qué le digo? Que estoy limpio”.
En lo que respecta a Cataluña dijo que “Cataluña ahora está mucho mejor que en 2017”, en referencia a la declaración unilateral de independencia en el gobierno de Mariano Rajoy, ex presidente del país y del PP.
Núñez Feijóo se comprometió a garantizar la revalorización de las pensiones conforme a la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), mientras que el presidente proclamó su objetivo de llenar la “hucha (alcancía) que el PP vació”.
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Sánchez puso en valor la gestión de su Gobierno en esta legislatura, sobre todo en materia social, con medidas como la revalorización de las pensiones o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
También desgranó algunas de sus promesas electorales, como las que anunció en los últimos días como transporte público gratis hasta los 24 años o acabar con las listas de espera en la sanidad pública fijando tiempos máximos de espera.
Aunque casi todas las encuestas dan como favorito a Feijóo, Sánchez quiso utilizar este debate para la remontada y se marcó como objetivo llegar a más ciudadanos y contrarrestar la imagen, en su opinión “falsa”, que se ha creado de él en esta legislatura.
“Derogar el sanchismo para PP y Vox es destruir todo lo construido”, insistió.
En tanto que Feijóo aprovechó sus turnos en el debate para hacer llegar a los ciudadanos el mensaje de que la única opción de un Gobierno “fuerte” pasa por el apoyo de los españoles al PP porque Sánchez no puede ser presidente sin el apoyo de otros partidos.
El líder de la derecha pidió la confianza apelando a “la decepción de los ciudadanos con Sánchez”, y señaló que su proyecto no se basa en bloques, sino en la unión de los ciudadanos.
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Minuto de oro
En el minuto de su intervención ambos candidatos pidieron el voto de todos los españoles.
Pedro Sánchez: “Si alguien le ha dicho que debe votar al PP para acabar con (la banda terrorista vasca) ETA debe saber que ETA acabó en 2011. Pero sí puede acabar con la reforma laboral, con políticas que protegen a los colectivos LGTBI o con la ley de eutanasia. Puede acabar con una política económica que crea empleo, con una España moderna. El 23 de julio no nos jugamos la alternancia sino si España sigue avanzando o entra en un túnel tenebroso con el PP y Vox. Le pido que vote con confianza, con esperanza y al PSOE”.
Alberto Núñez Feijóo: “Quiero ser presidente del Gobierno de España, pero no de cualquier forma”. “Voten directamente para acabar con los bloques que atenazan la política española. Los extremos saben bloquear, pero no gobernar. Seré un presidente de fiar, no voy a mentir a los españoles. Voy a cumplir con mi compromiso. Obtuve cuatro mayorías absolutas, solo pretendo ser un político útil”.
Durante todo el fin de semana los equipos de ambos partidos estuvieron preparando los argumentos y datos con los que lograr el doble objetivo: ganarte a los tuyos y desmovilizar a los del rival.
Los expertos cifraron el costo del debate en 700 mil votos, en referencia a los indecisos.
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Ganaría la derecha
La última encuesta publicada por el oficialista Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en las próximas elecciones generales el PP sería el partido más votado con un 31.4% en estimación de voto; lo que supone una amplia horquilla de entre 122-140 escaños.
Sin embargo, este resultado deja a Núñez Feijóo lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para poder arrebatarle La Moncloa a Pedro Sánchez, ni logrando el apoyo de Vox.
Según el CIS, la ultraderecha de Vox aglutinaría el 10.6% de los votos y entre 21 y 29 diputados. En el mejor de los casos, PP y Vox sumarían 169 escaño, a 7 de la mayoría absoluta.
Esto otorgaría una nueva oportunidad a Pedro Sánchez para reeditar el Gobierno de coalición, esta vez con el nuevo partido Sumar (formado por varias fuerzas progresistas). En el sondeo, el PSOE empataría prácticamente con el PP en intención de voto, con el 31.2% y entre 115 y 135 diputados.
Sumar, la plataforma encabezada por la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, se queda en tercera posición con un 16.4% de los votos y entre 43 y 50 diputados. Es decir, que si se tienen en cuenta los mejores resultados de PSOE y Sumar, el bloque de izquierdas se quedaría en 185 escaños y permitiría que Pedro Sánchez continuara como presidente de España.
aag