El socialista Pedro Sánchez fracasó este jueves para ser investido como presidente de España tras no obtener los apoyos necesarios en el Congreso, por lo que el país está al borde de nuevas elecciones generales en noviembre, si a más tardar el 25 de septiembre no logra el respaldo suficiente.
Sánchez obtuvo 124 votos a favor, frente a 155 negativos y 67 abstenciones.
Se esperaba Sánchez no lograra contar con la mayoría absoluta (176 escaños) exigida hace dos días en la primera votación de la sesión de investidura, pero los analistas tenían muy claro que lo lograría hoy ya que al socialista le bastaba con mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra. Pero esto no ocurrió.
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Sánchez contaba únicamente con 123 escaños y desde hace varias semanas el bloque de la derecha, conformado por Partido Popular, Ciudadanos y Vox, le anticipó que no lo apoyarían. El único apoyo con el que contó fue con el del Partido Regionalista de Cantabria.
El viernes, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) intensificó las negociaciones con Podemos, extrema izquierda, del que dependía en gran parte para continuar en la casa presidencial de La Moncloa.
Podemos votó por la abstención y a partir de ahí todo se acabó para Sánchez. La abstención de Podemos se unió a las de los independentistas catalanes y vascos, Esquerra Republicana y Bildu, así como a la del Partido Nacionalista Vasco.
Pedro Sánchez ya fracasó en 2016, cuando tampoco fue apoyado por Podemos debido a que se opuso a que también Ciudadanos (centroderecha) le había ofrecido sus escaños. Esto provocó que posteriormente el conservador Mariano Rajoy llegara a la presidencia.
Ahora, todo el proceso deberá repetirse y se tiene de plazo hasta el próximo 25 de septiembre para que Pedro Sánchez consiga los apoyos que necesita, en caso de que no se así habrá repetición de elecciones generales en noviembre.
jos